Digamos, como si fuera la peor adversaria, enemiga, opositora, de su vida pública.
Y en contraparte, y hasta donde se advierte si se advierte bien, el silencio, la indiferencia, el desdén, el menosprecio, el desprecio, de Nahle.
De hecho y derecho, pareciera estar aplicando una de sus estrategias.
Dejarlo solo hablando en el erial político como Pedro, el Anacoreta de Alto Lucero de Paquita la del barrio.
El loquito del pueblo.

DOS. Senador ardido…

Se entiende: pareciera que el senador sigue ardido, muy ardido, porque Nahle le ganó la candidatura a gobernadora palomeada por Andrés Manuel López Obrador, el expresidente.
Más porque el senador es más, mucho más antiguo en la relación amical con AMLO.
AMLO líder nacional del PRD, Huerta, diputado federal.
AMLO jefe de Gobierno en la ciudad de México, Huerta, encargado del programa de vivienda social.
AMLO en campaña presidencial, Huerta, operador político en Veracruz.
Entonces, cuando Nahle apareció en la cancha guinda y marrón…
Y con carrera meteórica de diputada federal, senadora y secretaria de Energía, nunca quizá el Senador miró, pudo mirar, el porvenir anunciado.

TRES. Ejerciendo la libertad

El senador es y ha sido y seguirá en su postura.
Dirá, por ejemplo, que en MORENA el partido obradorista, se ejerce la libertad, la autonomía y la independencia a plenitud.
Y, claro, la crítica y la autocrítica.
Sobre todo, si alguien por ahí considera el camino desviado y equivocado y erróneo en uno que otro político encumbrado.
Por ejemplo, el choque entre Nahle y los obradoristas Adán Augusto López Hernández, coordinador senatorial, y Ricardo Monreal Ávila, coordinador de los diputados federales, por el senador Miguel Ángel Yunes Márquez.
Un Big Brother donde, por cierto, Manuel Huerta también tomó partido por Yunes Márquez.
Y la gente de Nahle se le fue encima.
Más que a Yunes Márquez, a Huerta Ladrón de Guevara.

CUATRO. Huerta 2030

El politólogo del barrio diría, por ejemplo, que la crítica sistemática de Huerta a Nahle forma parte de la estrategia electoral de Huerta para amarrarse y amacizarse como candidato de MORENA a la gubernatura en el año 2030.
Considerando, entre otras cositas, que una elección partidista nunca se gana de un día para otro, sino ha de abrirse el surco y sembrarse la semilla y regar para germinar.

CINCO. Elites contra elites

Nadie creería en valores entendidos.
El hecho demuestra las cosas sencillas y simples de la vida: en todos lados “se cuecen habas”.
En MORENA, la tribu de Nahle, su tiempo en Veracruz. Y la mayoría gravitando a su alrededor. Lo dice Zepeta: hay más de dos mil cargos públicos para repartir”. Y las últimas palabras las pronuncia Nahle. “La vida por un hueso… político”.
Pero en MORENA también están las tribus de Manuel Huerta.
Y las tribus de Éric Patrocinio Cisneros Burgos.
Y las tribus de Cuitláhuac García.
Y las tribus filiales de Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal Ávila.
Y la tribu de los Yunes (todavía) azules.
De todas las tribus, la de Manuel Huerta la más aplicada en el rafagueo a Nahle.
Así en público se saluden y sonrían con la risa diplomática número cien. (lv)