Reglas de Sheinbaum
**No a la ostentación
**Cartilla a Morenacos
UNO. Política presidencial
La presidenta Claudia Sheinbaum acuñó código de ética. Digamos, otro código. Inesperado. Tocando las raíces de la naturaleza y la conducta humana. Por ejemplo, en el mensaje derecho, derechito, a los Morenacos.
No gasten en ropa en una vida de lujos.
Ni ropita. Ni zapatitos. Ni mansiones. Ni cochecito. Ni departamento en Houston o Miami.
Nada de comiditas en restaurantes VIP. Ni francachelas en las discos y centros nocturnos.
Nada de escoltas.
Y si hacen o andan en campaña, echarse un morralito al hombro con sus tiliches y a morder el polvo.
DOS. Vivir en la medianía
Nada de consumismo. Nada de viajecitos al extranjero. Todos, viviendo en la medianía, como aseguraba el indito famoso de Oaxaca, aquel que, por cierto, vivía (y a todo dar) con sus tres hijas casadas) en Palacio Nacional.
Y de ñapa, gran demócrata, reeligiéndose durante quince años consecutivos.
Nada de cosas carísimas ni en su vida ni en casa ni en el departamento de fin de semana.
Y un carrito modesto y sencillo (como el mío, dijo) cuando estoy en la ciudad.
Nada de la parafernalia del poder.
Dijo: “No. No. No. No. No”.
Cinco veces… no y no y no y no y no.
TRES. El país de una sola mujer
Dijo Sheinbaum: “Yo solo hago sugerencias. No soy la brújula moral ni la dirigente de MORENA.
La presidenta de MORENA es Luisa María Alcalde. Ella lo está haciendo muy bien. Es una excelente compañera.
Y ellos tienen que resolver muchas cosas de la vida cotidiana.
Y en eso… ya no me meto”.
Pero, bueno, “sea como sea”, Sheinbaum es la presidenta. La jefa máxima. La jefaza del Poder Ejecutivo federal.
La jefaza de parte sustancial de los Poderes Legislativo y Judicial.
La jefaza de las finanzas públicas.
La jefaza de las corporaciones policiacas.
La jefaza de la política social y diplomática.
La jefa nata de los gobernadores guinda y marrón.
La jefaza de hecho y derecho del partido oficial, MORENA.
Entonces, su código de ética y moral cuenta. Y cuenta mucho.
CUATRO. Pitorreo obradorista
Claro, el camino al infierno “está sembrando de buenas intenciones”.
En el obradorista el cacareo bíblico de “Amaos los unos a los otros”.
Y aun cuando pudo considerarse un pitorreo tabasqueño era una forma de mirar el mundo.
Y en contraparte, nadie se amó entre sí de igual forma como nunca el primer mandamiento de la ley de Dios se ha aplicado “al pie de la letra”.
CINCO. Llamadas a misa…
Cada jefazo acuña su código de ética y moral.
Y caminan y trotan los seis años y terminan “valiendo una pura y dos con sal”.
Más, cuando desde “La mañanera” se predica “la honestidad valiente y la purificación moral”.
Ahora mismo, el escándalo con la morenaca senadora Andrea Chávez obsesionada con la candidatura a gobernadora de Chihuahua.
Y protegida por el amigo de AMLO, el ex, Adán Augusto López Hernández, coordinador senatorial en el Congreso de la Unión.
Los repiques a misa (ya se saben) “entran por un oído y salen por el otro” y con todo y cerilla. (lv)