Y/o con frecuencia lo traen en la mano para escuchar cualquier avisito o señal… Y con Alexa, la octava maravilla del mundo…

ROMPEOLAS: Hay señoras que desde “cuando Dios amanece hasta cuando Dios se acuesta” se la pasan checando, primero, el celular, whasapazos, correítos, videos, etecé, etecé… Segundo, buscando archivos de su interés… Tercero, caray, hay señoras que todos los días buscan oraciones de la iglesia católica y apostólica para enviar a las amiguitas queridas… Otras señoras, por ejemplo, suelen enviar un mariachi cantando “Las mañanitas” a la cumpleañera del día… “Es mi serenata y a domicilio” les dicen…

ARRECIFES: Unas personas tienen dos y tres celulares… Y cuando llegan al restaurante para un desayunito, una comidita, un cafecito, los extienden en la mesa y se la pasan “con un ojo al gato y el otro al garabato”… Espiando el cel para detectar un avisito parroquial por ahí… Aun cuando, claro, la circunstancia se presta para pensar que andan enamoradas y viven pendientes de cariñitos del amado por el celular… En la esquina de la casa, los chicos suelen despedirse de las horas de clase… Y apenas, apenitas, entran a su domicilio particular están tuiteándose para las últimas novedades… “La vida es así y qué le vamos a hacer”…

ESCOLLERAS: Alexa es la otra maravilla tecnológica… Un aparatito sencillo y simple generador de la dicha extraordinaria… Que la persona desea (y necesita) escuchar a Paquita la del barrio con la canción “Tres veces te engañé”, ahí está Alexa, prontita, rapidita y eficiente… Que la persona necesita un dato extraordinario por ahí, Alexa… Que se requiere un dato sobre historia, Alexa… Que se desea saber el número de presidentes de la república y de gobernadores en Veracruz, Alexa… Hasta para saber la hora, Alexa… Un niño de ocho años de edad recibió a Alexa de regalo… A veces le pedía (y le pedía con dato equivocado) alguna información a Alexa… Y como Alexa no contestaba, el niño levantaba la voz, molesto, irritado, y le decía: “¡Alexa, te estoy hablando, hazme caso!”…

PLAZOLETA: Un señor de la quinta década dijo a Alexa: “Alexa, ¡te amo!”… Y Alexa le contestó: “Gracias, señor, pero no podemos tener ese tipo de relación”… Nada ha electrizado tanto la vida (y la vida en los cinco continentes con más de doscientas naciones) como el celular y Alexa… Con todo y que la ciencia médica ha sido incapaz de descubrir antídotos contra los males del cáncer, el Alzheimer, el Parkinson, la próstata, los divertículos, el hígado y el riñón… Y enfermedades anexas y conexas… (lv)