Por ejemplo, Esteban Bautista Hernández, titular, además, de la JUCOPO, Junta de Coordinación Política, y en donde ha enunciado trastupijes de su antecesor, Juan Javier Gómez Cazarín, ha puesto de nuevo “el índice en la llaga purulenta”.

PASAMANOS: Uno: las 361 (trescientas y sesenta y una) denuncias penales del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, en la Fiscalía General.
Y en donde, además, nadie informa de “lo qué pasa con las denuncias”.
De hecho y derecho, y como ha sido la denuncia constante de la titular del ORFIS, Delia González Cobos.
Y más indicativo el silencio de la Fiscal General con todo y desdén y menosprecio y desprecio porque en la Fiscalía “ella manda”.
Y mandó durante el sexenio de Cuitláhuac García Jiménez sin que nadie lo tocara, a ella, quien fue “la flor más bella del ejido” en su pueblo, Santiago Tuxtla.

CORREDORES: Dos: el año patrimonial detectado por el ORFIS superior a los 35 mil 728 (setecientos veintiocho) millones de pesos.
Y que de manera clara, específica y lacónica le han valido a la Fiscalía General, aun cuando se ignoran las razones de peso y con peso.
Tres: el cierre de los expedientes penales es el más indicativo de los silencios.
Digamos, como si nunca el ORFIS los hubiera presentado.
Cuatro: el daño patrimonial al erario registrado de los años 2002 al 2024.
Es decir, durante los seis años de Cuitláhuac García, y en parte de los cuales, la mayoría, la Fiscal General ha ejercido el poder con el acelerador metido hasta el tuétano.
Simplemente, uno de los peores estercoleros y cochineros en la vida pública de Veracruz.

BALCONES: Por eso, el profe de educación primaria, Esteban Bautista, dos veces diputado federal y dos veces presidente municipal, ha asestado manotazo fino y diplomático. Inteligente y frío. Calculador y a sangre serena.
A: citará a una reunión a la Fiscal General con los diputados locales.
B: de igual modo citará a la titular del Orfis, y quien de seguro llegará con la guillotina bien afiladita.
C: en el ring de la Cuenta Pública y la cuenta pública clara y transparente, la Fiscal, el ORFIS y los diputados locales, frente a frente, cara a cara.
Incluso, se entendería para aclarar paradas sobre las 361 (trescientas sesenta y una) denuncias penales del ORFIS por daño patrimonial al erario.

PASILLOS: Será, pues, una larga y exhaustiva comparecencia.
Más por una sencillísima razón: Desde hace tiempo, el ORFIS ha anunciado a los medios sobre las denuncias penales interpuestas.
Y nunca, jamás, jamás, jamás, una respuesta ni una indirecta de la Fiscal.
Tan poderosa, además, que se siente y cree.
Más cuando Cuitláhuac García Jiménez ya dejó la silla embrujada del palacio de Xalapa y, mínimo, el último año, 2024, de la administración está en veremos.

VENTANAS: Y, claro, los años anteriores equivalentes a las denuncias penales del ORFIS.
La punta del iceberg apenas, apenitas, está por descubrirse.
Esteban Bautista lo tiene como una obsesiva obsesión.
Ya una vez, y con el caso de Juan Javier Gómez Cazarín, el cabildero de la Ley Nahle, le pararon el alto.
Institucional, acató órdenes.
Pero cuando tomara posesión lo enunció sin rodeos: “Venimos a limpiar la casa”.
A ver si ahora lo dejan… (lv)