Veracruz, reprobado
1 (Prueba de PISA sólo para exhibir miserias)
La secretaría de Educación Pública, SEP, ha anunciado que PISA aplicará la prueba anual sobre el aprovechamiento educativo en el país. “Para abril y mayo” como canturrean los Morenacos. De entrada, Veracruz, reprobado.
Nada para lucir. Nada para alardear.
Por desventura, PISA nunca considera la calidad artística y en donde Veracruz ocupa el primer lugar nacional en bailable regional con “La bamba” y “El tilingo lingo” y que en un descuido bien pudieran transfigurarse en “La marcha de Zacatecas”.
Tampoco PISA considera la integración de Orquestas Sinfónicas de Salsa creada, por ejemplo, por Zenyazen Escobar con personal de la SEV, secretaría de Educación de Veracruz, para congraciarse con su Rey de la Salsa y el Danzón, Cuitláhuac, el ex, su hacedor.
Y ni modo, “aquí nos tocó perder” y Veracruz, reprobado.
Y de antemano.
550 (quinientos cincuenta) mil habitantes de catorce años de edad en adelante sin saber leer ni escribir.
Un millón de paisanos con la escuela primaria incompleta.
Otro millón con la secundaria a medias.
Y 600 (seiscientos) mil con el Bachillerato inconcluso.
Simplemente, el peor estercolero educativo de la república.
Vaya, pérdida de tiempo de PISA aplicar la prueba en Veracruz.
El estado jarocho, en el sótano de la calidad educativa.
Una deshonra para, entre otros, Enrique Rébsamen, Enrique Laubscher, Carlos A. Carrillo y Rafael Delgado.
Y para el clan de los Callejas, los próceres magisteriales, pero más, mucho más, sindicales.
Desde luego, ínsula aislada, totalmente aislada, titilando en el páramo, la brillante alumna del norte del Estado declarada la más aventajada del mundo.
Y por eso mismo, ante el páramo y el erial pedagógico, tantas cacayacas.
Y, bueno, cuando la educación (más de tres millones de analfabetas) y la calidad educativa anda por los suelos como en los cuatro puntos cardinales, nada para festinar.
Con todo y aquel avisito parroquial de que en el sexenio 2024-2030 “vamos a erradicar el analfabetismo”.
Simplemente, una frasecita manoseada.
Sin sentido. Y sin razón de ser. Insustancial. Pura faramalla.
En el siglo pasado, con Rébsamen y Laubscher, por ejemplo, Veracruz reconocido y admirado en América Latina, en donde hasta fueron asesores pedagógicos.
Ahora, el yermo.
“Tiempo pasado fue mejor” exclaman los viejitos en el rancho.
2 (Cruda realidad jarocha)
Proeza titánica excepcional, fuera de serie, alfabetizar a la población.
Más cuando Nahle ha jurado que en el sexenio “vamos a erradicar el analfabetismo”.
Una tarea, además, gigantesca para el IVEA, Instituto Veracruzano de Educación para Adultos.
De entrada, se antoja clave la participación de los presidentes municipales. Y regidores del ramo.
Y de los profesores. Y de los sindicatos de maestros.
Incluso, de los estudiantes.
Luego del triunfo de la revolución cubana, Fidel Castro Ruz lanzó una revolución educativa para enseñar a leer y escribir a la mayoría poblacional.
Y en el objetivo se incorporaron, por ejemplo, jóvenes soñadores del mundo y a quienes en Cuba les daban alimentación y hospedaje, sin ningún pago, con el alto privilegio de estar.
El presidente Lázaro Cárdenas suscribió convenio con la UNAM para que los estudiantes de Medicina fueran a las regiones indígenas y campesinas del país en una cruzada médica sin paralelo y dar un gran sentido de vida al servicio social, incluso, anticipado para los alumnos.
La calidad educativa de Veracruz inicia por el alfabetismo.
De entrada, los 550 (quinientos cincuenta mil) habitantes de 14 años de edad en adelante que no saben leer ni escribir.
Incluso, PISA omitiendo “la cruda realidad” jarocha. (lv)