Insólito, porque, digamos, quizá, quizá, quizá, sea el único académico que en la historia de la rectoría de la UV ha sido (y es) persistente.
El proceso de la renovación de la rectoría se efectuará hacia finales del mes de mayo y principios de junio, pero Manzo está ya en el palenque.
Como si de hecho y derecho, habría aprendido que levantándose más temprano el día (los tiempos por venir) cambian y pueden cambiar.

PASAMANOS: El fin de semana en Xalapa, la capital, la sede de la UV, una reunión cafetómana de académicas, investigadoras y trabajadoras y egresadas manifestaron su fervor patrio por Manzo.
Incluso, en el palenque expusieron algunas razones de peso y con peso para estar a favor de su nominación y de cara, desde luego, a la Junta Académica de la máxima casa de estudios, aquella suele pronunciar las últimas palabras.

CORREDORES: Uno. El rector Martín Aguilar Sánchez, egresado de la Universidad de La Sorbona, infunde “un poco de miedo” entre los profesores.
“Más que trabajar en conjunto se ha caracterizado por esa parte” dijo la maestra del Instituto de Investigadores Cerebrales, María Elena Hernández Aguilar. (La Jornada, Susana García Parra)
Dos. Las admiradores y seguidoras de Manzo tronaron contra la Junta de Gobierno.
“Debe haber transparencia en el proceso de selección.
Manzo, por ejemplo, nunca ha sido tomado en cuenta para el máximo cargo en la institución, pese a contar con una amplia experiencia y mucha aceptación de la comunidad universitaria”.
Y es que, bueno, de acuerdo con la ley orgánica de la UV la decisión superior está en manos de nueve miembros (parece) de la Junta de Gobierno.

BALCONES: En la nota de La Jornada queda “en el aire” la característica, la forma, el estilo del “miedo” que el doctor Martín Aguilar “infunde en la comunidad académica”.
¿Miedo a qué y por qué?
¿Miedo creado y recreado por él mismo y/o a través de terceros, cuartos o quintos?
¿Miedo con terrorismo?
En todo caso, si así es, ahí está el sindicato del dirigente Enrique Levet Gorozpe para “aclarar paradas”.

PASILLOS: Manzo tiene un proyecto académico para la UV madurado en repetidas ocasiones pues, primero, por tercera ocasión contiende por la silla de las Lomas del Estadio.
Y, segundo, porque luego de la derrota académica en par de ocasiones, de seguro habría seguido la punta del iceberg del par de rectores que le ganaron en la contienda interna y tendrá una lista incuantificable de aciertos, pero más, mucho más, de errores en el ejercicio del poder rectoral.
Además, una cosita es trabajar la plaza entre las académicas, investigadoras, trabajadoras y egresadas (y quienes en ningún momento votan) y otra, mil, dos mil, tres mil años luz de distancia es cabildear con la Junta de Gobierno.
Toda lucha suele ganarse afuera; pero, como en el caso, también adentro. (lv)