ROMPEOLAS: De entrada, está bien que cada persona sea intransigente en materia moral, social, económica e intelectual, por ejemplo… Incluso, sicológica… Pero al mismo tiempo, entender y comprender y observar y practicar la comprensión y la tolerancia… Quizá la expresión más alta de la madurez humana es la tolerancia… Saber, pero más, mucho más, aceptar (y aceptar con hechos, digamos, tolerantes) que “cada cabeza es un mundo”… Y que todos los seres humanos, sin excepción (incluso, hasta los animalitos) tienen legítimos derechos que han de respetarse… Ya se sabe la teoría romana, el derecho de uno termina ante los derechos de los demás… Es decir, la convivencia universal… Tú me respetas y yo te respeto… Tú eres tolerante y yo de igual forma contigo…

ARRECIFES: Una cosita, pues, se siente y piensa y otra es la realidad… La realidad donde están los otros… La familia… Los compadres… Los amigos… Los compañeros de escuela y trabajo y oficina… Los vecinos… Los aliados… Los socios… Los cómplices… Y hasta los enemigos, los adversarios, los opositores… Pero en el terreno de los hechos concretos y específicos, la realidad es canija… Demasiada canija…

ESCOLLERAS: Bastaría, por ejemplo, recordar el pasado inmediato… Durante seis años, Andrés Manuel López Obrador la pasó rafagueando a quienes declarara peores enemigos… Guardando resentimiento… Y odio… Y desde el púlpito nacional de “La mañanera”, alimentando y retroalimentando el odio social en contra de ellos… Y en contraparte, clamando “abracitos y besitos” para los narcos y carteles y cartelitos porque “también son seres humanos”… Es más, expropiando el primer mandamiento de la Ley de Dios de “amarse los unos a los otros”… ¡Vaya estrategia para ganarse el corazón de la gente!... Y de paso, sembrar la cizaña contra los adversarios…

PLAZOLETA: Octavio Paz Lozano y Carlos Fuentes Macías fueron entrañables… Pero un día se distanciaron… Y nunca se interpuso la comprensión y la tolerancia para superar diferencias y reconciliarse… Tampoco se reconciliaron el presidente Álvaro Obregón y su amigo, el intelectual José Vasconcelos Calderón con todo y haber sido su ministro de Educación… Nunca se reconciliaron el presidente Venustiano Carranza y el general Felipe Ángeles… Tampoco Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez… Y José López Portillo y Miguel de la Madrid… Y Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo… Con todo y que ellos eran universitarios, forjados en las aulas del conocimiento superior…

PALMERAS: Por eso, alcanzar la madurez humana en el ejercicio de la comprensión y la tolerancia constituye una proeza, una hazaña, fuera de lo común… Tan insólita como extraordinaria… Incluso, poco común… Más, porque se trata de una práctica cotidiana de los días y las noches… Y de todas las horas… Observar la tolerancia en sus tiempos verbales y sin permitir, entre otros hechos, que las dudas y sospechas hacia los demás se vuelvan críticas furibundas… Más, mucho más, cuando una persona se desempeña como jefa máxima en una oficina pública y privada… Y cuando, claro, es dueña de un medio (o más) de producción… (lv)