Frente a frente
**Duelo femenino
**Los Yunes y Nahle
ESCALERAS: ¡Tremendo agarrón habrá entre algunas candidatas a presidentas municipales de Veracruz!
Mínimo, para corretear el hastío y el aburrimiento.
Desde luego, ningún ciudadano de a pie y motorizado apostaría a la civilidad entre las aspirantes y suspirantes al trono edilicio de cuatro años en que serán ungidas jefas de jefas.
Y así como se ponen de calientes las campañas, el reality-show en cada día y noche.
Por ejemplo, en Veracruz, la panista Indira Rosales San Román contra la morenaca Rosaría María Hernández Espejo, y quien aun cuando todavía el humo blanco del Sínodo guinda y marrón está en cardiaca espera, todo indica.
Y en Boca del Río, la gran panista Marijose Gamboa Torales contra la morenaca de todos los tiempos, Bertha Ahued. Mujer de izquierda, ajá.
PASAMANOS: La vida, pues, para quedarse con la silla embrujada del palacio de gobierno.
Y embrujada, porque como afirmaba Eufemio Zapata, el hermano menor del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata, a todos marea. A todos enloquece. Incluso, hasta los lleva a levitar en el día y la noche, como aquella alcaldesa de Minatitlán quien en la vía pública y estrenando tenis carísimos en vez de caminar flotaba sobre la calle.
CORREDORES: Con todo, de entrada, la prueba de fuego político en la vida del cuarteto de mujeres políticas candidatas a la sillita del águila.
La presidencia municipal significa el más alto decibel.
Uno, encumbrarse como alcaldesa.
Dos, el ejercicio de un presupuesto. Y hasta con discrecionalidad.
Tres, un ejército subalterno a sus órdenes.
Cuatro, jefa de jefas. Jefazazas.
Cinco, el poder total y absoluto en un país donde el presidente de la república, el gobernador y el alcalde se convierten en figuras públicas excepcionales.
BALCONES: Además, y en el caso de la justa por las alcaldías de Veracruz y Boca del Río, la lucha política será entre Nahle y los Yunes (todavía) azules.
Los Yunes azules a quienes Nahle “más veracruzana que ‘La Bamba’”, intenta exterminar, digamos, como el exterminio de Donald Trump con los migrantes y el exterminio de los judíos con Adolfo Hitler.
No es ni será ni sería la pelea electoral entre Rosa María Hernández e Indira, sino entre Nahle y los Yunes.
Ni tampoco entre Bertha Ahued y Marijose, sino entre Nahle y los Yunes.
Por eso, “la chispa de la vida” en el rincón más arrinconada del infierno electoral.
PASILLOS: Aparte, claro, el plus de cada una del cuarteto.
La experiencia. El fogueo. La habilidad en las lides políticas y públicas y partidistas.
La inteligencia incandescente. El talento. La estrategia. La mirada lejos. Las mañas.
La mejor aplicación y efectiva con resultados del presupuesto asignado.
El olfato político y social para detectar los vientos favorables, pero más, mucho más, los vientos huracanados y torrenciales.
La ascendencia social y moral, respetada y respetable, entre la población electoral y cada una de las cuatro aspirantes al trono edilicio.
Y, claro, la confianza que cada una de ellas ha sabido sembrar y cultivar en cada uno de los ciudadanos con credencial de elector y con voluntad para acudir a las urnas. (lv)