Cinco mujeres ejecutadas en menos de una semana polvorienta.
Los hechos son los hechos. Y los hechos son el único aval de una persona. Pero más, mucho más, de las tribus políticas.
Importan, claro, por su trascendencia social los campanazos asestados.
Por ejemplo, los resumidos hoy en Coatzacoalcos con el informe de los llamados primeros “Cien días”.
El número de personas de 14 años de edad en adelante a quienes la secretaría de Educación enseñara a leer y escribir en los meses de diciembre, 2024, y enero y febrero de 2025.
El número de indígenas, campesinos y obreros y clase media que habrían encontrado un trabajo digno antes, mucho antes, de migrar a Estados Unidos como legales e ilegales.
Importa (y para efectos políticos, ajá) el aplauso de Veracruz a la presidenta Claudia Sheinbaum por su actitud ante Donald Trump.
Importa el viajecito a Madrid, España, para atraer turismo al Estado jarocho y de paso poner a Veracruz de moda en Europa.
Importa la buena elección de los candidatos guinda y marrón a presidentes municipales, incluso, así se duela la subsecretaria de Desarrollo Social, la chef Eusebia Cortés Pérez.
Importa el blindaje político, moral y social a Juan Javier Gómez Cazarín acometido por el sucesor en la curul, Esteban Bautista Hernández.
Etecé. Etecé.
Pero por encima de todo está garantizar la vida de las mujeres que todavía hoy son secuestradas, levantadas, desaparecidas, quizá ultrajadas, quizá torturadas, asesinadas, destazadas, tirados los restos en una bolsa con plástico y enterradas en fosas clandestinas.
Podrá el gobierno del Estado tener otros logros de primera magnitud en los llamados primeros Cien Días, por cierto, una vieja cultura priista para tirarse incienso a sí mismo.
Pero en cada feminicidio cometido en los cuatro puntos cardinales del Estado jarocho (cinco la semana pasada) queda testimonio inapelable del principio de Peter…
Del talón de Aquiles por donde cojean…
De la incapacidad oficial para lograr que la población viva sin sobresaltos en cada amanecer y anochecer…
De que simple y llanamente, en Cien Días en ningún momento han podido con el tremendo paquete.
Caray, el ridículo:
En el Congreso local pelean por los agravios (ajá) a la bandera.
Y sobre los feminicidios, ninguna palabra.
Ni de los diputados de MORENA.
Ni tampoco del PAN. Ni del PRI. Ni de partidos anexos y conexos.
Indicativo y significativo.
Los cinco feminicidios de la semana anterior cometidos en Coatzacoalcos, Alvarado y Altotonga.
Y en el caso de los tres presidentes municipales impresionante su silencio.
Como si les valiera…
Y todavía, el ridículo de un alcalde sureño en la ceremonia de una quema de armas incautadas y/o canjeadas asegurando (¡vaya paradoja!) que con esas armas ya nadie cometerá delitos.
Los Estadistas ejerciendo el poder y gobernando.

2 (Ninguna autoridad puede…)

La policía municipal no puede con el feminicidio.
Tampoco la policía estatal.
Ni la Fiscalía General.
Ni los soldados.
Ni los marinos.
Ni la Guardia Nacional.
¿Y, bueno, si se otorgara tal misión al senador Manuel Huerta y/o al diputado local, Héctor Yunes Landa, tan justicieros como son, podrían?
Un Procurador de Justicia de Tamaulipas advirtió a la mitad del mundo y a la otra mitad que ni siquiera Superman derrotaría a los malandros.
De Felipe Calderón a Claudia Sheinbaum, el gran fracaso social.
El monstruo de la violencia.

3 (Vientos sureños)

Las mujeres, los ciudadanos, indefensos.
Temerosos en el día y la noche.
La vida en Veracruz, a la orilla del precipicio. Incluso, rodando sobre una ladera derecho, derechito, al rincón más arrinconado del infierno.
Una cosita es el discurso oficial. “La inseguridad ha bajado muchísimo”, por ejemplo.
Y otra, mil, dos mil, tres mil años luz de distancia, la realidad real. La cruda realidad. La sangre humana escurriendo en los cuatro puntos cardinales del paraíso terrenal que fue Veracruz.
Podrá la autoridad “echar las campanas al vuelo” alardeando un Veracruz imaginado, soñado, deseado, utópico, lleno de buenos deseos.
Pero cada feminicidio…
Cada masacre…
Cuando muerto por violencia… evidencia y exhibe.
Por eso, cada político encumbrado suele tener, tiene, un club de admiradores susurrándoles que en el ejercicio del poder y la tarea de gobernar van bien. Muy bien.
Y por eso mismo, los aplausos en los Cien Días a efectuarse hoy sábado en Coatzacoalcos por donde ingresara al Estado de Veracruz “La marcha de Zacatecas”. (lv)