¡Vaya tragedia!
**Padre desaparecido
**Buscando a su hijo
UNO. Padre desaparecido
La búsqueda de familiares por sus desaparecidos ha cobrado excesivas, demasiadas víctimas en la llamada “república amorosa y humanística”.
Por ejemplo, en el periódico Excélsior aplicaron un gran ejercicio periodístico en una plana (12 de febrero, primera sección, página 13) donde publican
la relatoría de 23 (veintitrés) madres y padres buscando a los suyos.
Unos, la mayoría, muertos. Otros, vivos. Y/o cuyo destino se ignora. Entre ellos, Héctor Aparicio, el señor desaparecido el 25 de enero en Tihuatlán y quien dese hace cinco años ha rastreado la pista de un hijo.
Y sin suerte.
Ahora, él mismo desaparecido en el llamado Segundo Piso de la Cuarta Transformación en Veracruz.
DOS. ¡Pobre Veracruz!
Veracruz, pues, en las grandes ligas del Estado fallido.
Aquí, donde la autoridad ha sido y es incompetente para garantizar la seguridad en la vida y en los bienes.
Pero más, mucho más, en la vida, pues los bienes van y vienen si regresan como en el caso bíblico de Job, quien perdiendo su fortuna jamás despotricó contra el Ser Superior.
Veracruz, primer lugar nacional en feminicidios.
Secuestros. Extorsiones.
Fosas clandestinas.
Y quinto lugar nacional en desaparecidos.
Ni hablar, expresa el dicho, “para morir… nacimos”.
TRES. Más de un mes pareja desaparecida
Ahora mismo, se cumple un mes y cinco días después del secuestro y desaparición de la profesora Alba Mónica Ramírez Becerra, y su esposo, Bibiano Toledo Castro, y en Xalapa, la capital, la sede de los Tres Poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Ellos asistieron a una consulta médica y se los llevaron.
Los secuestradores “exigieron a sus familiares cien mil pesos que no lograron reunir.
Pero, aunque les entregaron ochenta mil pesos y los vehículos de la pareja, no los devolvieron” (Lourdes López, Excélsior).
CUATRO. México, “de moda en el mundo”, ajá
En la página de Excélsior quedan bajo evidencia, además de Veracruz, y entre estados:
Tamaulipas. Sinaloa. Michoacán. Zacatecas. Guerrero. Baja California.
Guanajuato. Puebla. Hidalgo. Sonora. Morelos.
Del año 2010 a la fecha, un aproximado de 16 (dieciséis) activistas buscando a los suyos también plagiados, desaparecidos y asesinados.
Con todo, la presidenta de la república se duele de que la mitad de la población y a la otra mitad estigmatice al país cuando el país “está de moda (ajá) en el mundo”.
Claro, “de moda en el mundo”… por tanta violencia e impunidad.
Igual, igualito como “la moda de Veracruz en Europa”.
CINCO. SOS a Nahle
La madre de la maestra Alba Mónica Ramírez Becerra, la señora Trinidad Becerra, se plantó frente al palacio de gobierno en Xalapa y pidió a Nahle su intervención “para agilizar la investigación”.
Más, mucho más, porque su hija está enferma y toma pastillas y se preocupa porque en el secuestro esté sin medicamentos. (Ibidem)
Pero, todo indica, es mucho pedir a la autoridad estatal.
Ha sido, por ejemplo, el mismo caso de la mayoría de los 46 (cuarenta y seis) Colectivos de Veracruz integrados con padres y madres con hijos y parientes desaparecidos.
Y aun cuando Nahle ha ofrecido una reunión semestral con ellos, los desaparecidos siguen.
Y continúan los secuestros. Y las extorsiones. Y las fosas clandestinas.
Y el miedo de la población. Y “el miedo al miedo”. Y el terror. Y el pánico. Y el horror.
SEIS. Todo seguirá mucho peor…
Es el Veracruz que nos ha tocado vivir y padecer desde el sexenio fatídico de Javier Duarte y alcanzada página estelar con Cuitláhuac García Jiménez cuando por vez primera en la historia local repuntara el feminismo hasta convertirse en el primer lugar nacional.
Y ni modo, “aquí nos tocó vivir” y hemos de acostumbrarnos porque “veinte y las malas” que el sexenio de Nahle llegará a su fin y todo seguirá peor. Mucho peor. (lv)