Nepotismo… hasta 2027
**Igual no Reelección
**Morenacos, beneficiados
ESCALERAS: Mucho, demasiado, pataleo ha originado la iniciativa de ley de la presidenta Claudia Sheinbaum para prohibir el nepotismo y la reelección en cargos públicos.
Y súper en un país donde los puestos políticos suelen heredarse entre familiares.
Y aun cuando la presidenta había “dejado la víbora chillando”, la precisión institucional ha venido desde Palacio Nacional:
La ley, prohibiendo el nepotismo y la reelección será efectiva hasta el año 2027.
Tres años antes de que Sheinbaum termine el periodo constitucional.
Mientras, adelante, y en Veracruz, por ejemplo, con las esposas (os), hijos y hermanos aspirando y suspirando por la candidatura a las presidencias municipales.
Feliz y dichoso más que nadie Juan Javier Gómez Cazarín, el delegado federal del Bienestar Social, para que su hermano sea nominado luego de que su señor padre despacha como alcalde en turno en Hueyapan de los Gómez Cazarín.
PASAMANOS: Simplemente, un manotazo derecho, derechito, a las neuronas del Senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara recordando a Gómez Cazarín el código ético en la vida personal y profesional.
Y es que de acuerdo con la versión oficial hay un aproximado de 24 (veinticuatro) municipios y gobernados por MORENA donde los titulares intentan heredar la silla embrujada del palacio a la familia.
De esposos a esposas. De esposas a esposos. De padres a hijos. Y a hermanos.
CORREDORES: Más porque con un familiar en la silla principal del Ayuntamiento hay oro molido para ganar en las urnas.
Y por eso mismo, el pastel servido para entregar la estafeta a la familia, como si de hecho y derecho se tratara de una hacienda porfirista con un capataz manejada con sentido unipersonal.
Digamos, una empresa privada.
Y productiva.
Y garantizada en los resultados, más que sociales, económicos.
BALCONES: El nepotismo quizá bien alcanzó el decibel más alto con el presidente Benito Juárez García cuando otorgó cargos públicos a sus tres yernos, casados con sus tres hijas y viviendo todos en Palacio Nacional.
Pero la Reelección también registró el esplendor y el resplandor con Benito Juárez cuando se reeligió durante quince años consecutivos y únicamente detuvo su megalomanía del poder porque una angina de pecho se le atravesó y lo llevó a la tumba.
Su otro paisano oaxaqueño, su examigo Porfirio Díaz Mori también incidió en el nepotismo.
Primero, con su hijo Porfirio, dando la orden al gabinete legal y ampliado y hasta a los gobernadores para concesionarle por Dedazo la obra pública a sus compañías constructoras.
Y cuando, claro, se reeligió durante 34 (treinta y cuatro) años seguiditos hasta que Francisco I. Madero lo derrotó en las urnas y agarró camino al exilio dorado en París partiendo de la ciudad jarocha.
PASILLOS: Claro, los emperadores aztecas, Moctezuma, Cuitláhuac y Cuauhtémoc también eran familiares y uno al otro se fueron heredando el trono.
Es decir, tanto el nepotismo como la reelección están hasta el tuétano de la conciencia ciudadana y resulta hazaña heroica cambiar el sentido de la historia.
Por eso, quizá, la presidenta Sheinbaum ha decidido que aun cuando su iniciativa de ley sea aprobada fast track en el Congreso federal y los Congresos locales mejor esperemos dos años más.
Felices y dichosos los Morenacos.
Y los Morenacos de Veracruz.
Inflado como sapo Juan Javier Gómez Cazarín. (lv)