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Miércoles 12 febrero, 2025

Asquerosamente ricos…

**22 magnates obradoristas
**Poder público y privado

UNO. Ricos y pobres

En rara y extraña contradicción, mientras Andrés Manuel López Obrador pasó seis años gritoneando que “por el bien de todos, primero los pobres”, los ultra contra súper ricos aumentaron de diez a doce en el viaje presidencial.

  • López Obrador. Los ricos que dejó…

Además, en unos casos, un crecimiento millonario insólito.
Por ejemplo:
Carlos Slim Helú (telecomunicaciones, infraestructura y energía) alcanzó una fortuna de 76 mil 600 millones de dólares.
Germán Larrea (del minero Grupo México, aquella de la industria “Pasta de Conchos” con tantos muertos en una explosión, todavía sepultados) llegó a 27 mil cien millones dólares.
Y Alberto Bailleres (minero, servicios financieros y comercios), 7 mil 900 millones de dólares.

DOS. 22 magnates obradoristas

El reporte de Oxfam México precisa que de los veintidós magnates que multiplicaron su fortuna en el obradorismo, catorce nunca habían figurado hasta el año 2018 en la lista privilegiada.
Es decir, con AMLO aparecieron catorce nuevos millonarios.
Las dinastías familiares se beneficiaron porque López Obrador nunca aplicó un impuesto a las grandes herencias y como siempre aconsejan los economistas.
Simple y llanamente, el efecto mágico de la convivencia entre el poder público y el poder privado.

TRES. Población jodida

En contraparte, seis de cada diez mexicanos en la miseria, la pobreza y la jodidez.
El desempleo, el subempleo y los salarios pichurrientos.
Treinta millones de paisanos en Estados Unidos como migrantes y la mayoría sin papeles.
Un millón de ellos, originarios de Veracruz.
La desigualdad económica trasciende, además, en la desigualdad educativa, de salud, seguridad, procuración de justicia y desarrollo humano.
Por eso, y entre otros hechos y cositas, la rebatinga en cada periodo electoral por ganar la candidatura a un cargo de elección popular.
Y, claro, nominados por MORENA, el PRI del siglo XXI.
Cuatro años en el poder municipal basta y sobra como dijo aquel alcalde de Boca del Río: “Dejé de ser alcalde y dejé de ser pobre”.
Y de ñapa, el señor presidente municipal se echaba tremenda y sonora carcajada pitorreándose… de los demás.

CUATRO. Herencia de la Conquista. O antes

La desigualdad económica significa el más duro y rudo pendiente social en el país.
Data de la Conquista, mínimo, cuando las elites políticas eran ricas y millonarias.
Tanto que cuando Hernán Cortés desembarcara en Mérida camino a las playas de Chalchihuecan, cada cacique indígena le enviaba burritos cargados con oro y veinte doncellas, todas vírgenes, para su consumo sexual y el consumo de sus lugartenientes.
Y más, mucho más que las vírgenes los burritos con oro despertaron la codicia y la ambición sin límites de Cortés.
Todos aquellos tlatoanis eran muy ricos porque así esquilmaban a la población.

CINCO. Iglesia prestamista

Bastaría recordar que en los trescientos años de la Conquista la jerarquía católica y apostólica se volvió millonaria.
Entre otras cositas y hechos, con el diezmo.
Pero más, con los negocios, entre otros, prestamistas que se volvieron, incluso, caray, otorgando créditos a los Virreyes.
Y ni se diga, la compra de edificios, mansiones y terrenos.
Por eso mismo, indignados, Miguel Hidalgo y José María Morelos iniciaron la guerra de Independencia.

SEIS. Apretarse el cinturón

El sistema económico y político vigente permite que los ricos se hagan más ricos y los pobres más austeros, apretándose el cinturón, migrando a Estados Unidos con la ilusión de encontrar un trabajo digno, estable y pagado en dólares y con justicia laboral.
En tanto, los Slim, los Larrea y los Bailleres, anexos y conexos, siguen enriqueciéndose.
Un jarocho los describe del siguiente modo: “Son asquerosamente ricos”. (lv)


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