Escurridero de sangre política
1 (Tres políticos asesinados y uno más plagiado)
Otro político secuestrado en Veracruz. Tiempo huracanado y turbulento, quizá, quizá, quizá, por las elecciones de los candidatos a las doscientas doce presidencias municipales.
Fue en Cotaxtla.
"Levantado" Vicente Domínguez cuando los feligreses de su capilla partidista pintaban bardas.
Empresario.
Abandonada su camioneta.
Los malandros llegaron como en casa y se lo llevaron.
Militante del Partido Verde y con la alianza de MORENA.
El dominguito.
Día de misa de doce horas.
Al momento, tres políticos secuestrados, desaparecidos y asesinados.
Aquí, en un Veracruz donde "la inseguridad ha bajado muchísimo".
Y en donde "en materia de seguridad vamos bien, muy bien".
Y en donde si existe violencia "son hechos aislados".
En Paso del Macho, asesinado Carlos Ramsés, secretario del Ayuntamiento y precandidato del Partido Verde a la alcaldía.
Y asesinado con su hermano Jesús Daniel.
En Ixtaczoquitlán, el 8 de enero, asesinado el director de Gobernación de Ciudad Mendoza, Andrew Gamboa.
Y asesinada su esposa.
Y en Zongolica, el primer político asesinado en la era Nahle.
El diputado federal, Benito Aguas Atlahua.
Y por un francotirador solitario que ya detenido, en tanto la familia asegura que el día del crimen estaba en la Ciudad de México en la peregrinación del pueblo a la Basílica de Guadalupe.
Tres políticos asesinados y otro político desaparecido, por ahora, en el sexenio 2024/2030.
Los casos, ahora, en la cancha de Verónica Hernández, la Fiscal General.
Desde luego, un error asegurar que los hechos de la violencia significan "hechos aislados".
Uno:
La disputada encarnizada y descarnizada por el poder político.
Dos:
El dominio y predominio de los carteles, sicarios y malandros dueños de la agenda setting.
Tres:
El desafío de las tribus pistoleriles a las tribus políticas.
Cuatro:
Los carteles tomando el pulso a la era Nahle.
Cinco:
Los carteles habituados "a hacer de las suyas" desde la era Javier Duarte.
Seis:
La violencia multiplicada y extendida en los cuatro puntos cardinales.
Siete:
La disputa, la gran disputa, por el dinero fácil.
Ocho:
La presunta alianza de políticos, funcionarios públicos, jefes policiacos, policías y carteles "para hacer y deshacer" en un "Veracruz de moda y en Europa".
Nueve:
La frase filosófica de "Aquí mando yo".
Y diez:
La impunidad con que los carteles y cartelitos han operado desde hace muchos años para que de pronto, ajá, en la era Nahle los quieran exterminar.
2 ("Vamos bien", ajá)
En el sexenio del morenaco Cuitláhuac García Jiménez, cuarenta políticos asesinados.
En la era Nahle, tres políticos ejecutados más otro secuestrado. (lv)