Veracruz huracanado
**Hermanos asesinados
**Tercer político ejecutado
ESCALERAS: Los días y noches en Veracruz son tan huracanados y turbulentes en la era Nahle como en la era Cuitláhuac. Y al paso que vamos rebasarán por la izquierda, el centro y la derecha a la era Duarte, el ex viviendo en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Por ejemplo: Luego del asesinato de dos niñas de diez años que por una bala perdida en un fuego cruzado, ahora el crimen de dos hermanos.
En Paso del Macho, Carlos y Juan Daniel Neri.
Uno, secuestrados. Desaparecidos. Tres, ejecutados. Y cuatro, tirados a la orilla de un camino a la altura del ejido Acopan.
Carlos Neri, secretario en el Ayuntamiento. Político. Y el favorito del Partido Verde para la candidatura a presidente municipal.
PASAMANOS: De hecho y derecho, Carlos Neri, el tercer político asesinado en la era Nahle cuando en la era Cuitláhuac llegó a cuarenta políticos ejecutados.
El primero, el diputado federal, Benito Agua Atlahua.
El segundo, Andrew Gamboa, director de Gobernación en Ciudad Mendoza, ejecutado, con su esposa, en Ixtaczoquitlán.
Ahora, el secretario de la Comuna de Paso del Macho, con su hermano.
CORREDORES: Indicativo y significativo porque Carlos Neri era funcionario público. Y político, camino a la candidatura a la alcaldía.
¡Ay, aquellos tiempos de Manuel Pérez Bonilla, el líder cañero intenso y volcánico, cuando nunca, jamás, en Paso del Macho, la violencia causando estragos!
Vaya, ni siquiera carteles, sicarios y malosos en la comarca.
Tiempo del gobernador Rafael Hernández Ochoa, cuando Pérez Bonilla formaba parte de un trío legislativo marcando la pauta y la raya con Armando García Lebrés (Zongolica) y Francisco Castro González (Tierra Blanca).
BALCONES: Veracruz sigue ensangrentado. La sangre continúa escurriendo en los cuatro puntos cardinales.
Nada, entonces, de que “la inseguridad ha bajado muchísimo”.
Nada, tampoco, de que “en materia de inseguridad vamos bien, muy bien”.
Nada se gana cacareando el par de frasecitas célebres, memorables y citables tratando de crear y recrear un Veracruz como espejismo.
Castillo de naipes en la arena. Utopía inverosímil. “Tapar el sol con un dedo”. Protegerse de un vendaval con una sombrillita.
Mejor, mucho mejor estrategia de comunicación política aceptar la realidad como es y garantizar con hechos concretos y específicos el trabajo oficial.
Todas las policías coordinadas y empalmadas.
Y, claro, de paso, el manotazo para evitar los abusos policiacos como en Rafael Delgado donde la Ministerial vejó, agravió y humilló a una familia hacia las cuatro y cinco de la mañana gritoneando como almas en pena la siguiente frasecita:
“Abre hijo de puta porque te va a llevar la madre”.
Y llevándose los veinte policías a Maribel, de 29 años, acusada de traficar droga y condenada a un año de prisión preventiva.
PASILLOS: Sabrá el chamán el trasfondo de tanta tanta tanta violencia en el Estado jarocho.
Bien, los carteles dueños de la agenda pública.
Bien, la ineficiencia y la ineficacia de las corporaciones policiacas ante el ejército de sicarios y mejor armados y quizá mejor capacitados.
Bien, alguna complicidad por ahí con autoridades.
Bien, un síndrome nacional.
Bien, erróneos operativos policiacos…
Etecé. Etecé.
VENTANAS: El caso es que de cada diez paisanos de Veracruz ocho sienten, están convencidos, seguros de estar viviendo en el infierno.
Un infierno llamado Veracruz.
El miedo, cierto. “El miedo al miedo”, cierto.
Pero de igual modo, “la cruda verdad”.
Y la percepción social de que la autoridad simplemente está rebasada.
Rebasada con Cuitláhuac García Jiménez.
Rebasada con Miguel Ángel Yunes Linares.
Rebasada con Javier Duarte de Ochoa.
Rebasada hoy… (lv)