“¡Abre hijo de puta...
Porque te va a llevar la madre!”
1 (Policía Ministerial a las cuatro de la mañana en Rafael Delgado)
Entre las cuatro y cinco de la madrugada (una de las horas más pesadas de la noche), los policías ministeriales de la Fiscalía General de Veracruz tocaron a la puerta.
Con furia. Desesperados. Fregones. Dueños del día y de la noche. Dueños del destino personal.
Dueños del destino familiar. Dueños del destino colectivo.
Y al mismo tiempo que tocaban, el lenguaje florido, violento, intenso, volcánico, huracanado, turbulento: “Abre hijo de puta porque te va a llevar la madre”.
El hombre, padre de familia, abrió la puerta.
Y los polis se le fueron encima.
Con alevosía. Ventaja y premeditación.
El hombre se arrodilló y levantó las manos.
Entonces, sintió la primera patada.
En la pierna.
Luego otra, en el cuerpo.
Y otras más en varias partes del cuerpo.
Entonces, derrotado y aniquilado, el padre escuchó las razones de aquella furia.
Los polis acusaban a su hija Maribel, de 29 años, de vender droga en la tienda de abarrotes propiedad familiar.
Y simplemente, la buscaron y se la llevaron.
Acusada de narca.
La chica narca.
Fue en Rafael Delgado.
El jueves 6 de febrero.
El padre y la madre y unos miembros de la familia y vecinos ofrecieron rueda de prensa.
Dejaron testimonio de la policía en el tiempo del Segundo Piso de la llamada Cuarta Transformación.
El estilo personal y público de ejercer el poder de los Morenacos.
“¡Qué difícil es vivir!” escribió Albert Camus.
2 (Cinco niños golpeados)
Maribel tiene 29 (veintinueve) años.
Es trabajadora doméstica de casa en casa.
Le pagan 280 (doscientos ochenta) pesos de las ocho de la mañana a cuatro de la tarde, cuando, por ejemplo, en la ciudad jarocha las asistentes domésticas cobran quinientos pesos.
Con una hermana son las encargadas de cuidar a una pareja de abuelos.
La madrugada cuando los policías ministeriales llegan a la casa de sus padres de paso golpearon a cinco niños.
¡Qué Trump ni que nada!
Ella está incomunicada. Hasta ayer viernes.
Fueron veinte los Policías Ministeriales para detener a Maribel.
Incluso, caray, en el boletín oficial cacareando que “le aseguraron bolsas de plástico con droga, una libreta con anotaciones de venta de droga, chips de teléfonos con número de diversas regiones y un teléfono celular”. (Juan José Enríquez, La Jornada Veracruz)
La familia dijo que Maribel es una mujer trabajadora y de valores cristianos.
3 (Veinte policías contra una mujer)
Con la rueda de prensa de la familia y el abogado la Policía Ministerial de la Fiscal Verónica Hernández ha quedado bajo evidencia y sospecha.
Veinte polis contra una mujer.
Caray…, ya ni los malandros.
4 (La pesadilla)
Pesadilla una en Veracruz: los policías municipales.
Pesadilla dos: los policías estatales.
Pesadilla tres: los policías ministeriales.
Pesadilla cuatro: la Fuerza Civil que ya desaparecida pero reubicada como policía estatal.
Pesadilla cinco: la Fiscalía General.
¡Vaya infierno llamado Veracruz!
5 (El Estado, descuartizado)
Peor, mucho peor, por lo siguiente: El primer contacto de la autoridad con la población son los burócratas.
El segundo, los Agentes de Tránsito.
Y el tercero, los policías.
Y si así, tal cual, son los policías, entonces, la imagen de las tribus y las elites gobernantes desmoronada.
De acuerdo con encuesta de Latinobarómetro, los policías, los políticos y los reporteros, en el sótano de la desconfianza ciudadana.
6 (“Veracruz está de moda y en Europa”)
“¡Abre hijo de puta porque te va a llevar la madre!”.
Expresada la frasecita memorable, citable, recordable y bíblica a las cuatro de la mañana en Rafael Delgado bien puede seguir promoviéndose el turismo de Veracruz en Europa.
La frasecita significa la filosofía política, social y moral en el Segundo Piso de la Cuarta Transformación.
Lo dice la CEAPP, Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas:
Por encima de todo, el compromiso ético en la vida privada y profesional. (lv)