MORENA, como el PRI
**Agarrón en Boca del Río
**Clan Yunes. Clan Nahle
UNO. MORENA, como el PRI
Dos expriistas, una priista y un panista buscan la candidatura a presidentes municipales. Dos de ellos, ya lo fueron. Y en nombre de la vocación de servicio social levantan de nuevo la mano.
Tiempo hoy donde MORENA es el poderoso PRI del siglo XXI.
La presidencia de la república, veintidós gobernadores, la mayoría legislativa en las Cámaras de Diputados y Senadores y la mayoría en Congreso locales y montón de alcaldías, sindicaturas y regidurías los avalan.
DOS. Clan Yunes. Clan Nahle
Raúl Zarrabal Ferat, diputado local y secretario de Infraestructura y Obra Pública con Javier Duarte (¡vaya prestigio!) milita ahora en el Movimiento Ciudadano, MC.
Y es su candidato a la presidencia municipal de Boca del Río. Allí donde, de entrada, el PAN está posicionado.
Y más, mucho más si, como todo indica, la diputada federal, Mariyose Gamboa Torales logra el humo banco (y azul) a su favor.
En el lado de MORENA, los vientos parecen favorecer a la diputada local, Bertha Ahued.
Buen agarrón que habrá. Agarrón de pronóstico, pues, y de ser así, el “mano a mano” entre el Clan Yunes y Nahle.
TRES. ¡Paren esta masacre!
En el puerto de Veracruz, un expriista (José Ruiz Carmona, “El prepín” le llama el senador Manuel Huerta), diputado local de MORENA, obsesionado de manera obsesiva con la nominación.
Otra priista, Carolina Gudiño Corro, se ha manifestado. Luego, incluso, de que años anteriores entró a la historia local cuando contendió por una curul por Boca del Río con la frasecita bíblica de “¡Paren esta masacre!”.
Pero, bueno, igual, igualito que la cantante Gloria Trevi, “la fe la mantiene con firmeza”.
El panista Francisco Ávila Camberos también ha tocado los tambores de guerra en las puertas de Jericó.
Uno de los panistas de su mayor confianza, Agustín Murga, lo lanzó al palenque.
Y ni hablar, cuestión de esperar porque el diputado local, Fernando Yunes Márquez, exalcalde, dejó por ahí “la víbora chillando”.
CUATRO. Posicionada en la izquierda
En el otro lado del ring partidista y electoral, la diputada federal, Rosa María Hernández Espejo. Reelecta en el Congreso de la Unión.
Ella, todo parece, bien posicionada.
Y más ante el expriista y morenista, ajá, de reciente cuño.
Y la expriista Anilú Ingram.
Pero Hernández Espejo le lleva mucho camino recorrido.
En primer lugar, la militancia. Digamos, en la izquierda desde cuando se encontrara en el camino con la periodista Socorro Aubry, y quien llegara a la curul federal con el visto bueno de Andrés Manuel López Obrador.
CINCO. Aliada de Nahle
En segundo lugar, su trabajo partidista para empujar la candidatura de la ingeniera Norma Rocío Nahle a la gubernatura operando en la ciudad jarocha, su fuerte.
En tercer lugar, los servicios prestados al partido guinda y marrón.
Digamos, su nominación como la crónica de una victoria partidista anunciada.
Más, si por ahí sacan el expediente negro de Ruiz Carmona en su tiempo en SAS, por ejemplo, y cuyo historial conoce “al dedillo” el sucesor, José Aniceto Tello Allende.
Como el caso de la recién destituida Oficial Mayor de la secretaría de Educación de Veracruz con el tráfico de influencias de cuando laboraba como jefaza en la secretaría de Finanzas y Planeación de Cuitláhuac García Jiménez.
SEIS. Rebatinga por el poder
Los aspirantes y suspirantes están registrados. Cuestión ahora de esperar los tiempos aun cuando los vientos soplan, parecen soplar, con claridad.
La gran lucha partidista y de las tribus políticas por el poder público.
Los jefes máximos jugando pulseadas en el palenque.
La hora de medir fuerzas al máximo y con el acelerador metido hasta el tuétano. (lv)