Y por el otro, el revire.
Y en el mando también la titular del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior.
Entonces, ahora, en el palenque público la versión de que la académica e investigadora de la Universidad Veracruzana, Namiko Matsumoto, se va.
Dejará, dejaría, pues, la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Y con una gravísima mancha social y política humanitaria.
Uno, sin resolver unas tres mil noventa quejas presentadas.
Dos, recomendaciones a las secretarías General de Gobierno y Seguridad Pública.
Y a la misma Fiscalía General.
Atropellos a los derechos humanos y a la libertad y a la dignidad.
Y tres, el desdén y el menosprecio oficial en su contra.
Pero, bueno, y si es así, "lo bailado ya nadie se lo quitará".
Inició en el sexenio de Javier Duarte como titular de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas.
Tiempo cuando, por ejemplo, diecinueve trabajadores de la información fueron asesinados.
Incluso, decapitados.
Incluso, obligados a cavar su propia sepultura.
Y luego, el tiro de gracia.
Y arrojado el cadáver a patadas en el hoyo mortuorio.
Y tiempo cuando el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, amenazara con la cárcel a un fotógrafo, Félix Márquez (Premio Pulitzer de Periodismo en Estados Unidos) que por falsificar fotos de autodefensas en los Llanos de Sotavento.
Y como parte de la prensa descalificó a Bermúdez, entonces Namiko le ofreció un cafecito con galletitas en sus oficinas de la CEAPP.
Luego, Namiko fue ungida titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Tiempo de finales de Javier Duarte.
Los dos años de Miguel Ángel Yunes Linares.
Los seis años de Cuitláhuac García Jiménez.
Los meses que van de Nahle.
Se ignora si la versión de la renuncia está apegada a los hechos.
Pero por ahí anda corriendo.
Claro, claro, claro, la realidad es que en Xalapa suelen darse versiones así en la mañana.
Y al mediodía, otra versión.
Y/o rumor.
Y en la tarde, otro rumor o versión.
Y en la noche, antes del cierre de los medios, la última versión o rumor para, digamos, "dormir calientitos".
Lo decía Javier Duarte: En Veracruz, la especulación es el deporte más practicado.

2 (14 años en el mando...)

Por lo pronto, Namiko con carrera política y social espectacular.
Catorce años seguiditos que ya lleva en el peldaño más alto del ejercicio del poder.
Catorce años, pareciera quizá, sin arrastrar el lápiz como académica en la Universidad Veracruzana.
Y, por tanto, con ligas en la metrópoli.
En las grandes ligas del poder federal.
Entonces, igual, igualito que la fiscal general, madrinas o padrinos y/o los dos juntos tendrá para "medir el agua a los tamales".
Más cuando la titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos fue reelecta.
¿Ratificada también la abogada Verónica Hernández?
¿Y la titular del ORFIS?

3 (Manotazo de Nahle)

Indicativo: Yunes Linares... dejó a Namiko.
Cuitláhuac García... también.
¿Nahle... la cambiará?

4 (Namiko, con los Colectivos)

Significativo: Mientras la fiscal general trató en el sexenio anterior y todavía mal, muy mal, a los Colectivos, Namiko acompañaba a las madres y padres con hijos desaparecidos en su gran tarea heroica y digna buscando a los suyos.
Incluso, hasta los desayunos organizados por las madres.
La presencia de la funcionaria para animar y reanimar las neuronas y los corazones y hasta los hígados.

5 (La política, tragadero de mujeres)

En ningún momento te temblaron las corvas para expedir recomendaciones a las secretarías General de Gobierno y Seguridad Pública.
Y a la fiscalía general.
En mayor número.
Pero, bueno, lo decía en el siglo pasado Juan Maldonado Pereda: "La política es un tragadero de mujeres y hombres". (lv)