La era Trump
1 (“El infierno tan temido”)
Era Trump: Desde ayer lunes veinte de enero, caprichos, obsesiones y berrinches de Donald Trump, el presidente de la república más poderosa del planeta, en el más alto decibel.
En el desierto de Arizona, los rangers, exsoldados norteamericanos en frentes bélicos, en feroz persecución con “el tiro al blanco” de migrantes, como en el filme “Desierto” con Gael García.
“Los polleros” abandonando a los migrantes en el desierto.
Y apenas, apenitas, cruzando el río Bravo.
A orillas del río Bravo, la policía migratoria de Estados Unidos, con patrullas y aviones sobrevolando, cazando migrantes, sean legales o ilegales, documentados o indocumentados.
Miles, millones de migrantes de México, América Central y América del Sur, y hasta de África, varados en la frontera norte de México de cara a la frontera sur de EU, rezando a su Ser Superior para ingresar al paraíso terrenal.
Muchos migrantes suspirando con nostalgia porque el famoso túnel para entrar a EU pagando seis mil dólares fue descubierto y embargado.
La dura y ruda persecución de la policía migratoria a los migrantes apenas, apenitas, entran a Texas, estado republicano, estado del partido político de Trump.
La más feroz persecución de la policía migratoria de EU en las escuelas primarias y las iglesias y guarderías buscando con lupa a los niños hijos de migrantes como medida de presión para que los padres sin papeles se entreguen.
La corretiza de los migrantes huyendo de la migra norteamericana, aquella policía que en el siglo pasado persiguió con furia a la población de color y con piel oscura, muy oscura.
El nuevo Ku Klun Klan, la siniestra perversidad en contra de los negros en EU, al desnudo con los Rangers.
La fama pública de la policía migratoria de EU ultrajando la dignidad y la condición humana de las mujeres migrantes.
“Los polleros” multiplicando su cuota a los migrantes con el poderoso argumento de la política de Trump.
Miles y miles de migrantes protestando en calles y avenidas por el segundo ascenso al poder de Trump, pero sin ningún resultado social, político y humanístico.
La apuesta en el palenque público de que pasado un ratito Trump le bajará unas rayas a su política hitleriana contra los migrantes.
Una política, por cierto, parecida a la política de Adolf Hitler contra los judíos.
La facultad metaconstitucional a los Rangers y a la policía migratoria de EU para disparar contra los ilegales… en caso de huir.
Prófugos de la ley les llamarían los Trumpianos, entre los gobernadores republicanos.
Los más feroces políticos republicanos de EU al frente de las dependencias relacionadas con la migración para cumplir “al pie de la letra” el racismo, la xenofobia y la segregación de Trump.
Miles de migrantes separados de sus hijos en EU. Los padres, por un lado. Los hijos, por otro.
La peor política, digamos, social y humanitaria, de la historia.
Sea estrategia de presión de Trump la advertencia de aumentar los aranceles, los millones de migrantes y sus familias a punto de infarto cardiaco fulminante.
En el Apocalipsis, el fin del mundo, la Resurrección de los Muertos, el último día en la historia humana, serán más, mucho más generosos que ahora en la segunda era Trump.
Una dicha, un privilegio, para Carlos Slim Helú y Bernardo Gómez Martínez, copresidente de Televisa, figurar como invitados especiales.
Trump… no es un bocón como afirman las tribus morenacas en México y quienes nunca tendieron puentes para acercarse a su gabinete legal y ampliado como publica el respetado columnista Raymundo Riva Palacio.
“El infierno tan temido” escribió sor Juana Inés de la Cruz.
¡Hosana, hosanna!
2 (Pánico y terror)
Miles, millones de migrantes y sus familias “con el alma en la mano”.
Las neuronas. La inteligencia. El hígado.
El miedo. “Y el miedo al miedo”.
El terror. Y el horror.
El pánico. Y la incertidumbre y la zozobra.
Y la inseguridad en las horas caminando en el día y la noche.
Todo, porque Trump se cree y siente enviado de Dios a la tierra para reconstruir el orden.
Con todo y que su esposa Melania nació en Yugoslavia en 1970, hoy Eslovenia.
Es decir, entonces, una migrante en Estados Unidos, quizá migrante legal. (lv)