“Revientan” diputados primera sesión del año
29 diputados locales de MORENA, PT y PVEM “abandonaron” el pleno del Congreso para evitar que el diputado priista Héctor Yunes Landa subiera a tribuna
El resto de la sesión legislativa, una autentica “pachanga”: “Corran, vengan, vengan a la foto”
Valeria Méndez Moctezuma, diputada local de 20 años de edad, abandonó su curul después de pasar lista, Al minuto uno salió corriendo del recinto
“Yo siempre lo he dicho: Si uno está en su casa en la iglesia es muy difícil que nos pase algo”, el presidente de la JUCOPO, Esteban Bautista/Por Noé Zavaleta/Blog Expediente/Crónica
Los caminos legislativos de la Cuarta Transformación son inescrutables. 29 diputados de MORENA, PVEM y PT “reventaron” el quorum del Congreso Local antes de que se leyera el punto de acuerdo número 9 de la Décimo Segunda Sesión Ordinaria, con tal de evitar que el diputado priista -y exaliado soterrado de Morena- Héctor Yunes Landa subiera a tribuna para exigirle a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, que “reconsiderara” el nombramiento del exgobernador Cuitláhuac García en el Centro Nacional de Control de Gas Natural (CENEGAS).
En trio: Los morenistas, José Ruiz Carmona, Dorheny García y Bertha Ahued; en parejitas, Paul Téllez Marie y Diego Castañeda, y solitos, de uno en uno, otros 20 diputados más, como “chamacos” brincándose la barda de la primaria, los representantes populares del llamado “lado correcto de la historia”, abandonaron el recinto legislativo cuando su homologo, el morenista Miguel Guillermo Pintos Guillén, aún continuaba hablando sobre la exigencia a los 212 municipios para la elaboración de su Plan Municipal de Desarrollo (PMD).
Roto por completo el quorum, Pintos Guillén hablaba solo frente a escasos 20 asistentes y 18 diputados locales y 7 fotógrafos y como diez secretarias y asesores, que por respeto, vergüenza y/o decoro permanecían en el pleno legislativo. Para cuando el diputado del Distrito XXIX de Coatzacoalcos ya había bajado de la tribuna, hasta el presidente de la Junta de Coordinación Política, Esteban Bautista, había abandonado el recinto legislativo.
“Hay lecciones que tenemos que dar” atinó a decir una diputada a un grupo de reporteros en alusión a que era inadmisible que en la primera sesión legislativa del año el diputado local priista Héctor Yunes hablara mal y exigiera la remoción del primer gobernador morenista de Veracruz, Cuitláhuac García.
Antes que atender a las normas legislativas de pedir “retirar el punto de acuerdo de la orden del día” por incompetencia legislativa y por ser de otra jurisdicción legislativa -el Congreso de la Unión, por ejemplo-, la arrolladora banda de Morena prefirió “reventar la sesión” y que se apagaran las luces del recinto legislativo.
Las perjudicadas colaterales fueron la petista Dulce María Hernández Tepole quien subiría a sesión a hablar de la Ley agraria, y la emecista María Elena Córdoba Molina, quien haría un pronunciamiento sobre el deplorable estado de varias carreteras de Veracruz. Ni modo, será para la próxima cuando puedan subir a tribuna y brillar en la sociedad legislativa.
Una desconcertada Tanya Carola Viveros o no estaba enterada del complot contra el punto de acuerdo de Héctor Yuneso o tal vez tomó un curso exprés de Teatro en la Facultad de Artes Escénicas de la Universidad Veracruzana, pues su desconcierto ante las cámaras de televisión fue real. Una vez que su asesor jurídico le dijo “esto ya fue” levantó la sesión y la dio por concluida.
La primera diputada local en abandonar el pleno legislativo fue Valeria Méndez Moctezuma, de apenas 20 años de edad; no supimos si sabía del complot o se retiró por apremios personales propios, pero en la media hora que aguantó los protocolos iniciales de la sesión -lista de asistencia, dispensas de lecturas, lectura del orden del día, etcétera-, lució aburrida, miraba con hastío su celular, devoraba bombones rosas por ansiedad, reprendió a su fotógrafo personal porque no le gustó unos retratos que le hizo en el pleno. Moviendo el dedito en señal de negación le dijo: “Esas no, esas no”. Bebió con desgano un vaso de agua. Platicaba con cierta monotonía con sus otros dos asesores, jóvenes igual que ella, miraba el reloj legislativo, cómo deseando huir.
En el Palacio Legislativo le pregunté a cinco militantes de Morena los créditos de Valeria Méndez para ser la diputada más joven de la Sexagésima Séptima Legislatura y todos ellos dieron una respuesta casi similar: “Ser sobrina de Claudia Tello, senadora y secretaria, ¿te parece poco?”… “Ser nieta de Claudia Tello, una de las morenistas más cercanas a la gobernadora Rocío Nahle García”.
Insisto en la aplicación digital “Saber votar” para indagar un poco más sobre la nueva revelación legislativa y ésta me arroja que Valeria Méndez tiene preparatoria concluida, participa activamente en marchas feministas y pertenece al "JUMO", Juventudes en Movimiento de Morena, donde organizaba brigadas de repartición del periódico Regeneración en los lugares más recónditos del sur de Veracruz. Hasta ahí su carrera política.
Una tertulia legislativa…
Son como un ejército de hormigas en el pleno legislativo. Abrigos de alta costura y zapatos importados danzan de un lado a otro, los cánones de la moda legislativa aún marcan la cercanía de la conclusión de las fiestas decembrinas. Morenistas cruzan de su curul al presídium de enfrente para abrazarse con los legisladores del PT y del Movimiento Ciudadano (MC) y ya si toca encontrarse con los pocos que quedan del PRI y los resquicios de Acción Nacional ni modo, un abrazo de “año nuevo” extra… “¿Cómo la pasaste?” y todo por la cortesía política. No está de más.
“Pepín ven, ven Pepín” le grita la diputada morenista Dorheny García a José Ruiz Carmona -el exfidelista, exduartista, expriista y hoy diputado local que presume de haber rescatado a los fundadores de Morena en el Puerto de Veracruz-, “Pepín” acude sonriente al llamado de la morenista de cepa, de una de las fundadoras del “movimiento”, aquella misma que aseguró que la 4T se reservaba el derecho de admisión de políticos provenientes de las corrientes políticas de otros partidos. Sobre todo si traían el sello de los exgobernadores, Javier Duarte o el panista Miguel Ángel Yunes, “la mafia del poder y la corrupción de los neoliberales”. El pez por la boca muere dice un viejo refrán.
Y ya en la tertulia, “Pepín” y los morenistas Bertha Ahued y el expriista y expanista Paúl Martínez Marie y el exduartista Diego Castañeda son enterados del “complot” para “reventar” la sesión antes que el exlíder estatal del PRI, Héctor Yunes Landa, suba a tribuna. No importa que los escasos 20, 30 ciudadanos ahí presenten lleven dos horas esperando el inicio de la sesión, importa poco que 20 reporteros y fotógrafos lleven casi dos horas ahí estoicos aguantando el termómetro de 14 grados y el congelamiento de las narices, todo porque la Presidenta de la Mesa Directiva, Tanya Carola Viveros, llegó una hora tarde.
Y los abrazos siguen, el emecista y expanista, Adrián Sigfrido Ávila Estrada como “rey feo del Carnaval” abrazando con enjundia lo mismo a la morenista, Dorheny García, qué a la panista, Indira Rosales y a la hoy petista, Elizabeth Morales. “Corran, vengan, vengan a la foto”.
El exalcalde boqueño en su primera incursión como legislador local la pasa bien. Más de década y media sin cargo público: En el PAN quiso ser dirigente estatal y lo bloqueó -vaya paradojas de la vida- el hoy morenista soterrado Víctor Alejandro Vázquez Cuevas; volvió a ser candidato a la alcaldía boqueña por el PRI y perdió -causalidades malditas- frente al panista -hoy morenista- Miguel Ángel Yunes Márquez. Así que Ávila Estrada que ya vio y vivió -cómo José José- de todo y sin medida -Ávila en la vida política-, la pasa “bomba” siendo por fin representante popular -la legislatura pasada se quedó fuera de la curul por el tema de paridad de género- por un partido que antes se llamó Convergencia y ahora se llama Movimiento Ciudadano.
El pleno del Congreso Local parece el paseo del Malecón Porteño en pleno 31 de diciembre. Es la hora de las selfies, entrevistas banqueteras, chochol, tertulias y “amarres políticos”. Una docena de diputados locales -la mayoría de Morena- ya avisaron que buscaran la alcaldía de su pueblo e ir en la bola electoral el próximo 2 de junio. Claro las precampañas serán con cargo al erario de los ochos millones de veracruzanos. Ambigüedades de nuestra laxa ley político-electoral.
Uno de cada cinco diputados se irá a campaña. Esteban Bautista, el Presidente de la Junta de Coordinación Política, asegura que la “ley se los permite” y “están en su derecho” … faltaba más. Ante la lluvia de preguntas de la prensa y Bautista aguantando estoico la metralla de preguntas, Bertha Ahued Malpica, diputada local, neomorenista, empresaria periodística y precandidata de Morena a la alcaldía de Boca del Río, suelta la siguiente letanía para dar por concluida la entrevista al presidente de la JUCOPO: ”Ustedes no quieren a Morena, lo saben”.
Ya entrados en la polarización, esa herramienta tan socorrida en Morena, que tantos créditos en la sociedad políticamente inerte y amorfa le ha redituado, la diputada petista, Dulce Hernández Tepole agrega: “Ustedes tienen todo el derecho de preguntar y expresarse (sic).. pero lo que no saben es que el pueblo de Veracruz quiere mucho a sus diputados de Morena y que este año le va a ir muy bien”. Concluidas las letanías, todos a sus lugares.
Una media hora antes, sin Bertha Ahued y sin Dulce Tepole, Esteban Bautista fue entrevistado por varias reporteras en las afueras del Salón Sebastián Lerdo de Tejeda. Ahí la “banquetera” fue sobre “hechos recientes de violencia” y “seguridad” y el profe Bautista se fue con la siguiente joya, la cual bien podría irse escribiendo con letras de oro en el recinto oficial de sesiones: *“Yo siempre lo he dicho: Si uno está en su casa o en la iglesia es muy difícil que nos pase algo”.