Fiebre Morenaca por alcaldías
1 (Las bequitas, milagro obradorista para ganar urnas)
MORENA es el partido político encarnando al PRI del siglo XX.
Igual, igualito como en el PRI en el siglo anterior, fiebre Morenaca por las presidencias municipales.
Los aspirantes y suspirantes, seguros, convencidos, de ganar.
Sea como sea.
MORENA, en las neuronas y el tuétano de la población recibiendo la bequita bimensual de seis mil pesos con cargo al Bienestar Social.
La bequita, el gran milagro obradorista para amarrar el voto de la mayoría poblacional.
Incluso, hasta deslizando la versión de que si el PRI o el PAN vuelven al poder presidencial... se las quitarán.
Es decir, "el miedo al miedo" como garantía para seguir imponiéndose en las urnas.
Más en un pueblo donde treinta millones de mexicanos huyeron a Estados Unidos como migrantes.
Un millón de paisanos de Veracruz en el país vecino.
Y, por cierto, únicamente en los días que caminan del mes de enero un aproximado de trece mil migrantes jarochos deportados.
Entonces, meterse y seguir en la política, más que una carrera civil de carrera, la garantía de un salario digno durante cuatro años.
Montón de morenacos y anexos y conexos levantando la mano para registrarse como precandidatos.
En unos municipios, la pasión política desbordada como un tsunami, un viento huracanado, viento negro incluso.
Muchos de ellos, ya registrados en el partido guinda y marrón y a tono con la convocatoria.
Una sola silla edilicia y muchos soñadores.
Flechadores tirando a la luna.
En unos casos, ultra contra súper amarrados simplemente porque tienen la bendición de la gobernadora.
La jefa máxima.
El Veracruz de una sola mujer política.
Por ejemplo: En Xalapa, Juan Vergel Pacheco, Daniela Griego, Ivonne Cisneros Luján y Alfonso Osegueda Cruz.
Cuatro.
En Poza Rica, José Luis Lima, María del Carmen Carvallo, Fernando Remes Tostado (el hijo del alcalde en turno) y Miguel Ángel López.
Cuatro.
En Coatzacoalcos, Eusebia Cortés, Tania Cruz, Margarita Santos Prieto, Pedro Miguel Rosaldo y Roberto Ramos Alor.
Cinco.
En el puerto jarocho, Rosa María Hernández, Anilú Ingram y Prepín Ruiz.
Tres.
Una, Morenaca. Los dos restantes, expriistas renegados que cuando vieron hundirse al tricolor simplemente desertaron.
"Vamos bien y viene lo mejor".
Ta´gueno.
2 (Madrinas y padrinos)
Igual, igualito como en el tiempo priista, madrinas y padrinos de por medio.
Unos, con la bendición de la gobernadora.
Otros, con la bendición del Senador Manuel Huerta.
Quizá, soñando con el 2030.
Otros, con el visto bueno del delegado federal del Bienestar Social, Juan Javier Gómez Cazarín.
Incluso, y en la versión extraoficial, otros con el visto bueno del Senador Adán Augusto López Hernández, coordinador en la Cámara Alta de los legisladores de MORENA, ex secretario de Gobernación y ex gobernador de Tabasco.
Es más, la versión de la mejor química entre Adán Augusto y el diputado federal por segunda ocasión, fallido aspirante a la candidatura a gobernador, Sergio Gutiérrez Luna.
Otros, con la anuencia del coordinador estatal de MORENA.
Además, de las madrinas y padrinos encubiertos.
La política siempre así tal cual y nada indica un cambio partidista y político.
Lo decía Porfirio Díaz Mori, el dictador: "El presidente da y quita".
Lo cacarea el decálogo vendido en una maderita en el mercado popular:
"El jefe es el jefe aun estando en pelota".
Y "al jefe nunca se le rebasa ni en carretera".
Son, digamos, las facultades metaconstitucionales inherentes a los jefes máximos de las tribus encumbradas.
Lo dijo, caray, la Fiscal General cuando tomó posesión: "Aquí mando yo".
Por cierto, sigue mandando...
3 (La política, droga adictiva)
Indicativo y memorable: En el siglo pasado, los priistas acuñaron frase bíblica: "Vamos por todas".
"Y si perdemos en las urnas ganamos en los tribunales".
Ahora, en MORENA Veracruz (igual como en el resto de la nación), adoptaron suyo el lema.
Van por todas.
Las mieles del poder.
La droga del poder político (sinónimo de poder económico y social) es mucho más poderosa que la droga del sexo, por ejemplo.
4 (Desvergüenza moral y social)
La fiebre morenaca por las alcaldías alcanza "la plenitud del pinche poder".
Por ejemplo: El expanista Jorge Vera Hernández fue diputado local, pero también, tres veces (se insiste, tres veces) presidente municipal en Álamo.
Ahora, va por la cuarta... cobijado en MORENA.
El expanista Leopoldo Deschamps fue alcalde en Medellín. Fallido candidato a gobernador por el Movimiento Ciudadano y que, bueno, él mismo se expuso al pitorreo y la vacilada.
Hoy, busca la candidatura, ni más ni menos, a presidente municipal, pero por Alvarado y por MORENA.
El expanista José Cruz Morales fue alcalde en Vega de Alatorre.
Ahora, busca la nominación edilicia cobijado en MORENA (Notiver).
Entre otros tantos casos de desvergüenza política, social y moral. (lv)