Adiós a deserción escolar
**Becas a estudiantes...
**Excluidos niños indígenas
UNO. Feroz lucha contra la deserción
¡Hosanna, hosanna! ¡El Segundo Piso de la llamada Cuarta Transformación ha redimido a Veracruz! Por ejemplo, por vez primera en la historia de cara al Golfo de México, por decreto, será evitada la deserción escolar.
Aquella cuyo origen se perdió en tiempo constitucional.
Caso, el más duro y rudo, el más cruel, el más despiadado, la deserción en las regiones indígenas. Ocho en total.
Huayacocotla. Chicontepec. Otontepec. Papantla. Zongolica. Soteapan. Y los Valles de Santa Marta y Uxpanapa.
Adiós, adiosito, a la deserción.
DOS. Becas a estudiantes
La Jornada Veracruz lo publicitó a ocho columnas. Más, ahora cuando la gobernadora se ha convertido en una revelación periodística generando todos los días, la mayor parte de los días, la noticia principal de la portada.
Incluso, unos días, titulada con la nueva sigla que pronto, antes de que el gallito bíblico cante tres veces, será aprobada por la Real Academia Española.
RNG…, y cuyo significado es (para los curiosos del diccionario “México a través de las siglas” de Humberto Musacchio) Rocío Nahle García.
“Nahle: becas a 9 mil alumnos para evitar la deserción”.
TRES. Niños labriegos en el campo
Desde tiempo histórico, cada año y en varios meses del año escolar, los niños de ocho años en adelante son sacados de la primaria por los padres para llevarlos a su éxodo migratorio.
En un principio, al corté de café. Luego, al corte de caña. Y después, al corte de cítricos.
Simplemente, porque son una mano de obra.
Y aun cuando han de cortar baja producción en los campos de cultivo si entre los miembros de una familia juntos empujan la carreta y reman la canoa, el ingresito es mayor.
Desde tiempo inmemorial ha ocurrido así.
Y ninguna fuerza terrenal ni esotérica ni celestial lo ha podido evitar.
CUATRO. ¿De cuánto es la beca?
Claro, claro, claro, si la beca a los nueve mil alumnos es considerable, importante, trascendente, quizá logre el ultra contra súper milagrazo de “evitar la deserción”.
Habría de conocerse el monto de la beca como “un paso firme (ajá) hacia la justica social como es el incremento salarial del doce por ciento”.
Desde luego, la utopía total y absoluta hablar de “justicia social”.
Pero, bueno, cada gobernador trae su librito. Y la creencia de que basta su palabra para que por decreto sea alcanzado el paraíso celestial.
¡Hosanna, hosanna!
CINCO. Universitarios favorecidos…
¡Ah!, pero las becas para los más de 9 mil estudiantes estarán destinadas para los estudiantes de Tecnológicos, Universidades Tecnológicas y una Politécnica.
Es decir, los niños de las escuelas primarias en las regiones indígenas quedan, por lo pronto, en son de espera.
Por fortuna, también otorgarán becas a 4 mil ochenta niños de preescolar “en situación de vulnerabilidad… para fomentar el desarrollo desde los primeros años de vida y garantizar igualdad de oportunidades”.
¡Ay Santísima Muerte!
En las zonas indígenas, los niños quedan dormidos en el pupitre en el salón de clases por la canija anemia y desnutrición pues por lo regular llegan a la escuela con un cafecito de olla y sin pan en el estómago.
SEIS. Desdén por indígenas
Hay desdén y menosprecio de las tribus gobernantes por las zonas étnicas de Veracruz habitadas por un millón de indígenas.
En seis años, Cuitláhuac García únicamente estuvo en par de ocasiones. En Soledad Atzompa (linchamiento de seis secuestradores) y en Soteapan (cuando los indígenas tomaron la presa Yuribia).
Quizá el góber que más anduvo por allá y solo en Zongolica fue Rafael Hernández Ochoa porque tenía una noviecita a quien ungiera diputada local.
Nunca, hasta donde se recuerda si se recuerda bien, caminó en sus caminos polvorientos Javier Duarte.
Miguel Ángel Yunes Linares apenas, apenitas estuvo en una ocasión en dos años.
Jamás ni de chiripa se asomó Miguel Alemán Velasco.
Y, bueno, una cosita es un paseíto por tales tierras y otra, mil, dos mil, tres mil años luz de distancia, el resultado social.
Entonces, ya se verá ahora cuando la gobernadora “es más veracruzana que ‘La bamba’”. (lv)