Saldo feminicida
1 (2024 fue cerrado con sesenta)
El Sistema Nacional de Seguridad Pública lo apunta del siguiente modo:
Veracruz cerró el año 2024 con 51 (cincuenta y uno) feminicidios.
Y el Observatorio Universitario de Violencia contra las Mujeres dictamina sesenta feminicidios en el último año de Cuitláhuac García y el primer mes de la era Nahle.
"Aquí, donde las mujeres pueden soñar" decía el ex.
Aquí donde "vamos a cuidar a las mujeres" se cacarea hoy.
Sea como sea, 51 y/o 60 familias llorando a una mujer ejecutada con saña, barbarie, alevosía, ventaja, premeditación y hasta con perversidad.
Sesenta hogares enlutados por el tsunami de violencia en la comarca jarocha.
Unos mil niños, aprox., huérfanos.
Y parejas viudas.
Por lo regular, niños huérfanos quedados a la deriva familiar.
Pero más, mucho más, emocional.
La madre es fundamental en el sano desarrollo de los hijos.
Incluso, más que el padre.
El feminicidio, el terrible y espantoso pendiente social en los cuatro puntos cardinales del Estado de Veracruz.
Indicativa la lucha de los 34 (treinta y cuatro) Colectivos, integrados con madres y padres con hijos secuestrados y desaparecidos y revoloteando la tierra buscando a los suyos.
Significativo el boletinaje de la Comisión Estatal de Búsqueda cacareando la lista negra de los desaparecidos en el Estado.
Indicativo el número de hombres asesinados, sean ciudadanos de a pie y motorizados y/o empleados de un cartel o cartelito.
Pero más, mucho más demoledor el oleaje feminicida.
En un Veracruz donde seis de cada diez habitantes son mujeres.
Y aun cuando las mujeres políticas festinan el tiempo de la liberación femenina ocupando cargos públicos, hay un Veracruz marginado.
Mujeres indígenas.
Mujeres campesinas.
Mujeres obreras.
Mujeres suburbanas.
Incluso, mujeres urbanas excluidas del desarrollo humano.
¡Ay, la niña de diez años asesinada en Nogales!
¡Ay, la anciana de 80 años ultrajada y ejecutada en Villa Allende, Coatzacoalcos!
¡Ay, la primera mujer secuestrada en la era Nahle en Ixtaczoquitlán!
El más grande pendiente del Estado, aquel que en teoría garantiza la seguridad en la vida y los bienes.
2 ("La inseguridad ha bajado muchísimo", ajá)
Por eso, la frasecita oficial de que "la inseguridad ha bajado muchísimo" constituye una ofensa, una humillación, un agravio social a las mujeres.
Y a los hombres.
Y a los niños.
Y a los ancianos.
Una burla, pues.
De hecho y derecho, un pitorreo.
El mismo pitorreo en la era Cuitláhuac de Veracruz.
3 (Cada entidad federativa con sus feminicidios)
Allá cada entidad federativa con su número de feminicidios.
En todo caso, cada vida humana es invaluable.
Y en cada familia, el dolor y el sufrimiento.
Y la soledad de los niños huérfanos.
Y de las parejas viudas. .
4 (¡Ay, el llamado Estad de Derecho!)
Hay en el territorio jarocho ocho millones sesenta mil habitantes.
Y con ocho millones de habitantes...
Y sesenta feminicidios en un año...
Bien podrían los teóricos y pragmáticos del poder público festinar que se trata de un índice fatídico bajo.
Incluso, hasta considerando que seis de cada diez personas son mujeres.
Cierto, cierto, cierto.
Pero cada mujer feminizada significa un fracaso total del llamado Estado de Derecho.
Aquel que garantiza la seguridad en la vida y en los bienes.
Más, mucho más, la vida, porque los bienes van y regresan... si vuelven como en la lección bíblica de Job, quien no obstante la pérdida de su patrimonio nunca, jamás, maldijo al Ser Superior.
5 (Otra mujer atropellada y asesinada)
6 de diciembre, 2024:
En el puerto de Veracruz, un cafre del volante de la línea "Pochota" atropella y mata a la señora Olga Lidia Rosas García, de 49 años.
2 de enero, 2025, casi un mes después.
Otra mujer atropellada y asesinada por un cafre del volante.
Línea Diaz Mirón.
En la Ruta Infonavit las Vegas.
El chofer, huyó.
Como el anterior.
Una más.
Una mujer más asesinada.
La lista negra de la muerte en la era Nahle.
Las dos líneas de autobuses mantienen la concesión del Gobierno del Estado.
En el tiempo de Gerardo Buganza Salmerón como secretario General de Gobierno, en automático les cancelaban la concesión.
Cada uno, entonces, con su estilo personal de ejercer el poder.
Mucha, demasiada tolerancia cuando desde el Estado alardean de la modernización del transporte urbano de pasajeros con unidades eléctricas y chinas. (lv)