Sintieron, pensaron, salieron convencidos de que el Día del Juicio Final y la Resurrección de los Muertos para la raza humana está cerca… Todos seremos relevados por Robots…

ROMPEOLAS: En Japón, por ejemplo, y desde hace un ratito, unos robots trabajan como meseros en restaurantes y enfermeros en hospitales… En un filme cinematográfico debutan unas mujeres robots… Y además de cumplir, digamos, tareas mecánicas, lo insólito: tienen sentimientos humanos… Y el deseo, la pasión, el amor y los celos se atraviesan en ellas por un hombre, quien es el jefe máximo… Incluso, compiten con la esposa de aquel hombre para quedarse con él… Desde finales del siglo pasado, en muchas industrias y fábricas a gran escala trabajan con robots… Un ingeniero en Mecatrónica a cargo…

ARRECIFES: Antes, mucho antes, los hombres nos enamorábamos de los maniquíes anunciando ropa femenina en las tiendas comerciales… Incluso, hubo personas que de plano compraron un maniquí bonito y lo llevaron al departamento a vivir como si fuera una mujer… Vaya, hasta sacaban el maniquí a pasear en el coche como copilota en las tardes frescas y tibias… Luego, en la noche, solían bailar con ella y así eran más, mucho más dichosos y felices que compartiendo la vida con una mujer… Y, bueno, ninguna duda de que también la historia pudo repetirse con un maniquí hombre…

ESCOLLERAS: Muchas grandes sorpresas está dando la vida… Es más, rebasando las profecías de la Biblia con el Día del Juicio Final… Bastaría referir cuando en el siglo pasado, un espectacular de la bellísima actriz Sylvia Kristel colgaba de una pared en el departamento estudiantil… Y, claro, en alguna de sus cinco, seis películas intituladas “Emmanuelle”, la mujer sensual y libre… Totalmente libre… Mejor dicho, libertina… Ejerciendo la liberación femenina al máximo… Y si de ponto, por ahí los genios de la Robótica presentaran un robot con la carita y el cuerpo de la Kristel significaría éxito inusitado de ventas…

PLAZOLETA: El escritor Juan Villoro acaba de publicar su último libro… Se llama “No soy un robot”… Pero resulta que conforme se lee queda la percepción, mejor dicho, la certeza, de que ya, ya, ya, somos robots… La tecnología adueñada del día y de la noche… Y del destino personal, familiar y colectivo… Y lo indicativo, hasta programando la vida de los seres humanos… Por ejemplo, y entre oras cositas y hechos, las personas traumadas con el celular… Algunas, por ejemplo, hasta dos y tres celulares… Además, la Tabletita Digital para ver películas… Y, claro, la dependencia sicológica de Alexa, el aparatito para escuchar la música deseada y solicitada…

PALMERAS: Lo dijo don Pedro Ferriz y lo repite Jaime Maussan… “Un mundo nos vigila”… Y al paso que vamos quedará confirmado que los fantasmas y los ruiditos, vocecitas y pasitos en casa y en la madrugada son verosímiles… Entonces, “al mal tiempo buena cara” y sólo resta ahorrar lo más posible para comprar un robot y llevárselo a vivir en casa… Y ojalá fuera, digamos, con la carita de Sylvia Kristel… O Demi Moore y/o Michelle Pfeiffer y/o Jacqueline Bisset cuando eran jóvenes… El paraíso terrenal… Tiempo para vivir a plenitud en la vejez… (lv)