Secuestrada primera mujer
1 (Sometida. Encañonada. Plagiada. Desaparecida. Era Nahle)
En Ixtaczoquitlán, la primera mujer secuestrada.
Sometida.
Encañonada.
Plagiada.
Desaparecida.
La era Nahle, como le llaman.
“Vamos a cuidar a las mujeres” el lema sexenal en Veracruz.
Iba en su automóvil y de pronto, ¡zas!, fue interceptada por sujetos desconocidos.
Su nombre, de identidad reservada.
Ya veremos si es rescatada.
Y con vida.
Y en qué tiempo…
Ojalá.
Días antes, el domingo 1 de diciembre, en una vivienda en Orizaba, fue descubierto el cuerpo sin vida de Fabiola, de 46 años.
En el boletín oficial se anticiparon.
Que era depresiva.
La familia dijo que desde el sábado le habían perdido la pista.
El boletín dice que tenía 72 horas de muerta.
Y por eso el cadáver putrefacto.
Claro, claro, claro, bien pudiera tratarse de un feminicidio.
El maquillaje, pues.
El feminicidio, la peor enfermedad social en el Estado jarocho.
En paralelo, el secuestro de mujeres.
Digamos, “los levantones”.
De igual manera, las desapariciones.
De ñapa, el maltrato de hombres a mujeres.
Las víctimas, mujeres niñas, mujeres adolescentes, mujeres jóvenes, mujeres mayores, mujeres de la sexta, séptima y octava década.
El peor entre los peores tiempos para la población femenina.
Seis de cada diez habitantes de Veracruz (igual, igualito como en el país) son mujeres.
La histórica lucha social y económica, educativa y de salud, de seguridad y justicia de las mujeres.
Una cosita es, por ejemplo, los cargos públicos alcanzados por las políticas.
Otra, mil, dos mil, tres mil años luz de distancia, el desarrollo humano de las mujeres.
Mujeres indígenas.
Mujeres campesinas.
Mujeres obreras.
Mujeres de la clase media.
La marginación de unas a otras.
Todas ellas soñando con una vida digna.
Simplemente, una mejor calidad de vida.
Lo peor: La mayoría son pobres.
Y expuestas a la incertidumbre, la zozobra, la inseguridad y la injusticia.
2 (Sicariato en alto decibel)
Lo más duro de todo: la mujer secuestrada en Ixtaczoquitlán.
Y todo indica, por malandros.
El sicariato en la más alta dimensión.
La historia lo dice:
Las primeras 72 horas de un hecho delictivo como el secuestro son decisivas.
A prueba, entonces, la capacidad operativa para actuar y reaccionar de la secretaría de Seguridad Pública.
Y entre más horas caminen sin el rescate, bajo evidencia y sospecha la frase bíblica de “vamos a cuidar a las mujeres”.
Simplemente, los malandros necesitan sentir un manotazo oficial.
Y/o como dicen en el rancho, “son los malosos o es el nuevo gobierno”.
La primera gran prueba de fuego.
Más, mucho más allá del palabrerío y el tsunami discursivo.
En todo caso, “el camino al infierno está sembrado de buenas intenciones”.
Sean policías.
Sea Guardia Nacional.
Sean soldados.
Sean marinos.
3 (Concepto polisémico)
“Cuidar a las mujeres” en Veracruz como cacarea el plan sexenal significa, entre otros hechos y cositas, la siguiente tarea.
Una:
“Erradicar el feminicidio”.
Dos:
Erradicar el secuestro de mujeres.
Tres:
Erradicar la desaparición de mujeres.
Incluso, desde niñas hasta ancianas.
Cuatro:
Erradicar el machismo.
Cinco:
Garantizar una vida digna para la mayoría de la población femenina.
Seis:
Garantizar mejores, mucho mejores oportunidades laborales para las mujeres.
Y con salarios cubiertos con justicia laboral.
Siete:
Mejorar la oferta y la calidad educativas para las mujeres.
Ocho:
Enaltecer con hechos la búsqueda de los suyos, sobre todo, mujeres, de los 34 (treinta y cuatro) Colectivos, integrados con madres con hijas desaparecidas.
Nueve:
Aplicar la ley con firmeza para disminuir, acotar (erradicar, ajá) el acoso y el hostigamiento sexual.
Vaya, hasta profesores de la secretaría de Educación involucrados.
Y ni se diga, el acoso de funcionarios públicos del Estado a las burócratas.
Diez:
La posibilidad de que conforme camine el sexenio las mujeres se sientan en el paraíso terrenal.
Ya veremos.
Ya veremos.
Ya veremos si la palabra oficial es honrada.
(El pinche estercolero heredado por Cuitláhuac García y quien, todo parece, será premiado con otro cargo público por una mujer, la presidenta de la república).
“Ta’gueno”.
4 (Pesadilla de las mujeres)
A mediados del mes de diciembre del año 2018 (primer mes del sexenio de Cuitláhuac García), una mujer migrante de América Central, fue emboscada y asesinada en los límites de Isla y Rodríguez Clara.
Entonces, el secretario General de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, desde Tierra Blanca, aseguró que los asesinos era policías municipales de Isla.
De inmediato, el alcalde de Isla le reviró asegurando que eran “polleros”.
Un sexenio después, el crimen de la migrante quedó impune.
Así, en el primer sexenio de la 4T en Veracruz empezó la pesadilla de las mujeres.
5 (Puños y bíceps de malandros)
Apenas, apenitas comienza el sexenio.
Y cuatro días después, los carteles y cartelitos, malosos y malandros, sicarios y pistoleros, anexos y conexos, mostrando el puño y los bíceps.
La primera mujer secuestrada…
¡Vaya provocación! (lv)