En Estados Unidos, el presidente electo Donald Trump asestó tremendo ramalazo de Nepotismo y nombró al consuegro, Charles Kushner, padre del esposo de su hija Ivanka, expresidiario, embajador de Estados Unidos en Francia.
Y en la ciudad de México, Javier Duarte de Ochoa fue absuelto del delito de desaparición forzada.
Incluso, en el diario Notiver intitularon la noticia del siguiente modo: “¡Ya tiene boleto para Europa!”.
Es decir, para Londres, donde su exesposa Karime Macías (¡Merezco abundancia, merezco abundancia!) lo espera con sus hijos.

PASAMANOS: En el Duartazgo, Veracruz alcanzó lugares insospechados con varios hechos y cositas:
Veracruz, “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”.
Diecinueve trabajadores de la información secuestrados, desaparecidos y asesinados.
Incluso, unos periodistas obligados a cavar su propia sepultura. Y luego, el tiro de gracia. Y arrojado al hoyo.
Es más, una mujer reportera plagiada en su casa, desaparecida, asesinada, decapitada y tirado el cadáver en una callejuela en Boca del Río.

CORREDORES: Vaya, tres fotógrafos y la secretaria de un periódico, secuestrados, desaparecidos, asesinados, desmembrados, los cachitos metidos a bolsas negras de plástico y arrojadas a un canal de aguas negras.
Caray, un periodista, su esposa y un hijo asesinados y por la espalda y con más de trescientos balazos una madrugada en su casa.
Más tres reporteros desaparecidos.
La hija de la activista, señora Aracely Salcedo, Fernanda Rubí, guapísima, secuestrada en una discoteca en Orizaba. Y desaparecida desde el segundo año de Javier Duarte a la fecha.
El hijo de la maestra Lucy Díaz Genao secuestrado y desaparecido. Y sin aparecer al momento.
El montón de cadáveres arrojados a la barranca “La aurora”, en el municipio de Emiliano Zapata, cerca, cerquísima de la Academia de Policía.
Entre ellos, policías.

BALCONES: Las doce edecanes de Xalapa secuestradas y desaparecidas luego de una fiesta en Actopan.
Los siete policías de Úrsulo Galván plagiados y desaparecidos… hasta la fecha.
Entonces, Veracruz entró al concierto nacional de las fosas clandestinas.
Vaya, allí donde apareciera el cadáver de un Agente del Ministerio Público asignado en Cardel. Colinas de Santa Fe, considerada la más grande de América Latina.
La América Latina donde el siglo pasado gobernaron tantos militares, señores de horca y cuchillo, quienes a los disidentes, opositores, enemigos y contestarios ordenaban trepar a un helicóptero para ser lanzados a un mar infectado de tiburones.

PASILLOS: Con Duarte, por vez primera aparecieron en Veracruz los Colectivos, integrados con padres con hijos y parientes secuestrados y desaparecidos.
Fue luego de cuando en Orizaba, Duarte fue encarado por la señora Aracely Salcedo, madre de Fernanda Rubín.
Y cuando, además, la maestra Lucy Díaz Genao inició su gran lucha heroica buscando a los hijos.
Entonces, un montón de madres y padres de familia levantaron la mano y se unieron solidarias a la causa.
En total, hoy, 34 (treinta y cuatro) Colectivos. Todos, menospreciados por el sexenio de la llamada Gran Cuarta Transformación.

VENTANAS: Javier Duarte fue absuelto por desaparición forzada.
Nadie, claro, lo señala como el autor de tantas, tantas, tantas desapariciones.
Pero Duarte era el jefe del Poder Ejecutivo estatal. Y el jefe máximo encargado, y a tono con el Estado de Derecho, de garantizar la seguridad en la vida y en los bienes.
Más, mucho más, en la vida, pues los bienes van y vienen si regresan como en la historia del bíblico Job. (lv)