Estamos a unas horas del fin del mandato constitucional y Huerta únicamente se ha reducido y estrangulado a la denuncia discursiva y mediática.
Pero sin dar el paso siguiente con la denuncia penal en la Fiscalía General de Veracruz y hasta en la Fiscalía General de la República.

DOS. Huerta “tira la piedra…”

Por el contrario, en una actitud muy cómoda, el senador dijo en Coatzacoalcos que “son los veracruzanos quienes han de investigar”, por ejemplo, “que nadie haya metido la mano al presupuesto”.
Pero, no, no, no, senador. Para Huerta resulta fácil endilgar la tarea a la población, digamos, “como tirando la piedra y escondiendo la mano”.
Pero en nombre de “la honestidad valiente y la purificación moral”…
Y en vez de manifestarse como un paladín de la justicia…
La tarea es del senador, y quien, además, tiene, tendrá, los recursos y relaciones necesarias para investigar hasta debajo de las piedras.
Nada se gana con la denuncia mediática. Quizá, quizá, quizá, jalar la cobija a Cuitláhuac y zambullirlo en el descrédito y el desprestigio.

TRES. El góber frívolo de AMLO

El senador “ha puesto el índice en la llaga purulenta” del ejercicio del poder del también identificado como el Rey de la Salsa y el Danzón.
El góber frívolo de Andrés Manuel López Obrador.
Por ejemplo, en contra del secretario de Seguridad Pública porque en seis años nunca, jamás, pudieron detener a “El Bukanas”, el jefe narco del centro de Veracruz.
Y la Federación, dijo, en par de meses ya lo detuvo.

CUATRO. Hermanos asesinados en Totalco y Papantla

También evidenció a Cuitláhuac G. J. por el asesinato del par de hermanos de Totalco, Perote, cuando enviara a doscientos policías para el desalojo violento de la población bloqueando la carretera y taponeando la entrada a las Granjas (porcícolas) Carroll.
Y el par de hermanos dejando seis niños menores de nueve años de edad en la orfandad y par de viudas.
Un pendiente, dice el senador, de aclarar.
Además, calificó a trío de funcionarios de Cuitláhuac como los “Tres Chiflados”.
El chiflado número uno, el secretario General de Gobierno.
El chiflado número dos, el secretario del Medio Ambiente.
Y el chiflado número tres, el Procurador del Medio Ambiente.
El trío, por el desastre ecológico en Veracruz y a partir de las Granjas Carroll.
Además, los hermanos asesinados en El Espinal, en la sierra de Papantla. Los dos, monaguillos en la iglesia.

CINCO. Aplausos para el senador…

Pero más allá de la noticia periodística nada como evocar la canción de Héctor Lavoe con aquello de que “tu amor es como el periódico de ayer”.
Al mediodía, noticia rebasada. Y hacia la tarde-noche, noticia olvidada.
Únicamente puede y se podría respetar al senador con la denuncia penal en contra de Cuitláhuac, considerando, incluso, los graves pecados de omisión.
Pero, bueno, mañana sábado será el último día del catastrófico y deplorable y negro y grisáceo sexenio de García Jiménez y a menos que entre hoy viernes y mañana el senador interpusiera la denuncia penal…

SEIS. Cuitláhuac, exhibido. Pero de nada sirve sin la denuncia penal

Quizá el senador esté a gusto consigo mismo con la denuncia mediática. Exhibe el desencanto y la frustración política significada por Cuitláhuac G. J. en el ánimo social.
Pero… de nada sirve.
Claro, bien podría interponer la denuncia y la Fiscalía General archivarla.
Y archivarla porque la Fiscal General debe su nombramiento y permanencia a Cuitláhuac y a su hacedor, Éric Patrocinio Cisneros Burgos, el secretario General de Gobierno que se creyó heredero de la silla embrujada del palacio y se lanzó como “El borras” cuando AMLO, el presidente, había decidido el caso Veracruz con la sucesión.
Pero, bueno, con la denuncia penal, el senador bien podría dar seguimiento a los presuntos ilícitos.
El senador “se pasó de tueste” jugando al Hombre Inteligente. (lv)