San Juditas Tadeo en Poza Rica
1 (Inflamar la esperanza social)
San Juditas Tadeo llegó a Poza Rica. Tierra violenta. Tierra en posesión de los narcos. Tienda donde los cadáveres son arrojados en las calles. Y hasta guardados en el refrigerador.
San Juditas caminando en los cuatro puntos cardinales de Veracruz. Anoche, de seguro durmió en la Diócesis de Tuxpan. Y acaso aterrizará en las sierra de Chicontepec y Huayacocotla.
Vendiendo esperanzas del paraíso terrenal. Claro, el paraíso celestial asegurado para los feligreses y creyentes de la justicia divina.
Por ahora, el santito de “las causas difíciles y desesperados”, animando y reanimando la fe.
De entrada, escuchando las plegarias desoídas de la población en el aparato gubernamental.
El inventario social y moral de un pueblo alrededor de los femicidios, los secuestros, las extorsiones y las fosas clandestinas.
Un Estado jarocho ensangrentado. Ese año, por ejemplo, 57 (cincuenta y siete) feminicidios según denuncia del Colectivo Kalli Luz Marina A.C.
Y 6,392 (trescientos noventa y dos) desaparecidos y que dejará García, el góber Rey de la Salsa y el Danzón con sus pasitos Tun Tun.
Entonces, y por encima de la esperanza encarnada en el obispo santo, don Rafael Guízar y Valencia, todo indica, más, mucho más milagroso San Juditas Tadeo.
El otro Judas era, es, malo. Muy malo.
San Juditas levantando el ánimo social.
La posibilidad de vivir (todavía) con dignidad humana.
Un empleo seguro y pagado con justicia laboral y con las prestaciones establecidas en la Ley Federal del Trabajo.
Y sin necesidad de volverse migrante camino a Estados Unidos, como en la película “Desierto” con Gael García Bernal donde los rangers de EU, antiguos soldados combatientes en las guerras en el otro extremo del mundo, cazan a los ilegales en el paso por el desierto.
Y el legítimo derecho a vivir día y noche sin sobresaltos.
Secuestros. Desaparecidos. Asesinatos. Fosas clandestinas.
Se ignora si en verdad San Juditas Tadeo será, es, tan milagroso.
Pero mientras, los ministros de Dios, desde el arzobispo de Xalapa hasta los obispos de Tuxpan, Papantla, Veracruz, Córdoba, Orizaba, San Andrés Tuxtla y Coatzacoalcos, lo continúan paseando para escuchar a los necesitados de un empleo y de justicia.
Y al mismo tiempo, levantar una radiografía de un estado rico, pródigo en recursos naturales como Veracruz, y, vaya paradoja, habitado por gente en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo y los pichurrientos salarios.
¡Hosana, hosanna, por san Juditas Tadeo! (lv)