Alto a peleas de perros
**Y de gallitos
**Y toros torturados
EMBARCADERO: Igual como la liberación femenina, la legítima defensa de los derechos de los animalitos en el palenque público... Basta ya de feroces peleas de perritos... Y de peleas de gallos... Y de toros y vacas torturadas en cada fiesta provinciana como, por ejemplo, Tlacotalpan en la Candelaria... Y donde los animalitos son torturados sin piedad ni clemencia... Caray, tiempo aquel cuando el patio del Ayuntamiento de Rodríguez Clara, Veracruz, era convertido en corral
para las peleas de gallos… Y al día siguiente, en la mañana y en la tarde, los gallitos reposando en el patio…
ROMPEOLAS: Antonio López de Santa Anna gobernó Veracruz en tres ocasiones… Con frecuencia, se aburría de ejercer el poder… Y nombraba un interino… Y agarraba una sabrosa, sabrosísima mulata de 20 a 30 años de edad, y caminaba el territorio jarocho de pueblo en pueblo… Uno, jugando a las cartas… Dos, apostando a los gallos… Tres, apostando en carreras de caballos… Cuatro, emborrachándose… Quinto, bailando hasta el amanecer y el día siguiente… Y sexto, haciendo el sexo… Peleas de gallos y carreras de caballos en el hedonismo total y absoluto…
ARRECIFES: Durante treinta años, el coronel Aureliano Buendía esperó la llegada de la pensión… Y los viernes aparecía muy arregladito y con corbata, fino y elegante, bien lustrados los zapatos, en el remolcadero esperando al cartero… Y siempre cargando una gallito de pelea… Su salvación económica… Y por más y más disputado por los chicos y jóvenes del pueblo… Los gallitos y los perritos son los animalitos más cercanos a los hombres y jefes de la Revolución Mexicana… Ene número de películas de Emilio “El Indio” Fernández donde el general monta a caballo camino a la guerra y a un lado seguido por su mujer pasos atrás y seguido a su vez por un perrito…
ESCOLLERAS: Vaya, los gallos y los perritos se convirtieron en personajes fílmicos en México… De igual modo, como el cielo y los nopales… Y las Adelitas… Y los bailongos en las noches celebrando tanto la batalla ganada como la perdida… Pero con el siglo XXI llegó el tiempo de los derechos humanos de los animales… Y en el Congreso federal debaten leyes para su protección… Simplemente, la fuerza esotérica y radiante de los animalistas… No más tortura a los animalitos…
PLAZOLETA: Una señora generosa suele adoptar perritos y gatitos callejeros… Y los lleva a casa… Y los cuida… Y atiende con el veterinario… Y si están enfermos, los procura hasta curarse… Y si son hembras y están embarazadas, pendiente del parto… Luego, promueve la adopción de los gatitos y perritos… Y es una persona con lupa en la mano para checar la forma de vida de la familia adoptiva… Deteniéndose, por ejemplo, en la armonía en aquella vida familiar pues si hay desavenencias, “veinte y las malas” los animalitos sufrirán el estrés…
PALMERAS: La lucha por la calidad de vida de los animalitos se están dando… Y aun cuando en el Congreso de la Unión legislen, mil, dos mil, tres mil años de luz de distancia significará aterrizar los buenos deseos y pensamientos en la vida cotidiana… Por eso, nada ideal como una vigilancia sistemática para lograr el respeto a la vida animal… Desde siempre, por ejemplo, el cacareo de nomás peleas de gallos y de perros… Y, caray, hasta películas filmadas en la materia como si se tratara de una gracia singular… Muchas buenas declaraciones, pero sin aterrizar en hechos concretos y específicos… (lv)