El Mesías de la Moral
1 (“Quien cometa una tontería... se va”)
El diputado local, Esteban Bautista Hernández, jefe máximo de la Junta de Coordinación Política, JUCOPO, del Congreso (maneja el billete oficial) ha llegado con “la espada desenvainada” al Poder Legislativo.
Y en unos pocos ya encontró la madeja del hilo, digamos, ondeando la bandera “de la honestidad valiente y la purificación moral”.
Y en contra de su antecesor, cuasi paisano, Juan Javier Gómez Cazarín.
Por ejemplo, en los últimos años Cazarín gastó treinta millones de pesos del erario, ni más ni menos, en la compra de líquidos para los baños del Congreso.
Claro, y de paso, también para comprar papelito de baño.
Además, Bautista abrió la caja de Pandora pues su lupa descubrió contratos amañados para la renta de equipos de cómputo y copiadoras.
Más todavía:
Heredero de los principios y valores del subcomandante Marcos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (desde entonces, los indígenas de Chiapas quedaron más jodidos)…
Heredero, incluso, del héroe de Marcos, Ernesto El Ché Guevara…
Bautista Hernández ha sido claro, lacónico y preciso:
“Quien cometa una tontería… se va”.
Y, bueno, como toda regla tiene excepciones, el líder camaral bien pudo incorporar en un cargo público a una sobrinita. Ana Patricia González Bautista, hija de su hermana, la profe Genoveva Bautista.
Y luego cuando por ahí le tendieran el trapito sucio en el palenque…
En nombre de “la honestidad valiente”…
“Se curó en salud” asegurando (ajá) que en el pueblo la mitad de la población lleva el apellido Bautista.
Es decir, por un lado, y como Benito Juárez García, “justicia y gracia para” la familia.
Y por el otro, “justicia a secas” para los otros.
En realidad, hechos son hechos, el diputado líder de la JUCOPO… sin autoridad moral, social ni política para “cortarse las venas” por la sociedad utópica de la integridad.
2 (Honesto, honesto, honesto…)
Como todos los políticos priistas, panistas, perredistas, verdes y morenacos y anexos y conexos, Bautista se muestra mesiánico dando los primeros pasos en el Congreso local.
Por ejemplo: “No vengo a integrar una Bolsa de Dinero”.
Digamos, como hace antes de tomar posesión, Cuitláhuac García la pasaba jurando y jurando que en los dos primeros años del sexenio pacificaría Veracruz.
Y, claro, lo pacificó y muy bien:
Veracruz, campeón nacional en feminicidios, secuestros, extorsiones y fosas clandestinas.
Y quinto lugar nacional en desaparecidos.
Honesto, honesto, honesto, “y a prueba de bomba”, quizá, por ahora, su frase bíblica es la anterior:
“Quien cometa una tontería… se va”.
Olvida, por ejemplo, la frase bíblica del obradorismo:
“Si te cachan…
Te echas la culpa…
Y te callas”.
3 (Su antecesor en la mira)
Modelo de verticalidad en un país encumbrado en el primer lugar mundial de corrupción política, el dos veces diputado federal y dos veces presidente municipal, tiene bien afiliada la guillotina (o parece tenerla) en contra de Gómez Cazarín.
Por ejemplo, hasta donde se sabe si bien se sabe, revisa con lupa los 225 (doscientos veinticinco) millones de pesos de Comunicación Social ejercidos en tres años por el antecesor.
Es decir, 75 (setenta y cinco) millones de pesos por año.
Y como quedara claro para crear y recrear la imagen del gran político obradorista de Gómez Cazarín, con la buena vibra y el mejor karma de los medios en su gloria terrenal.
De ser así, ya se verá hasta dónde llega Bautista.
Bien puede tratarse de un simple calambre.
Acaso, por voluntad propia para ajustar cuentas pasadas.
Quizá órdenes superiores.
Acaso porque Bautista ha tomado muy en serio la purificación moral.
También porque necesita, digamos, un chivo expiatorio para despotricar contra los políticos pillos, ladrones, corruptos y corruptazos.
Por lo pronto, Gómez Cazarín, callado.
“Aguantando vara”.
Pero, bueno, para “llegar a las últimas consecuencias”, se necesita una autoridad moral sólida y resistente.
Y la sobrinita de Bautista bien puede servir de tambora para el antecesor.
4 (Ningún fijón, pues)
La política guinda y marrón es así de pura:
Juan Javier Gómez Cazarín obsequió a su papi la presidencia municipal de Hueyapan de Ocampo.
Cuatro años en el poder edilicio.
Y Esteban Bautista Hernández impuso a la sobrinita en un cargo público.
Por lo pronto.
Lo repitió el filósofo priista, Enrique Peña Nieto:
“Aquel que esté libre de pecado… que tire la primera piedra”.
El hombre aquel la pasaba condenando al vecino:
“Ya ni la chinga mi vecino. Yo me voy de parranda, pero llego a casa en la madrugada. Y mi vecino llega al mediodía. Y todavía borracho. Y oliendo a jabón California”.
Ningún fijón, pues. (lv)