Entonces, Herminia López Santiago, paisana de Benito Juárez García, Porfirio Díaz Mori, Ricardo Flores Magón y José Vasconcelos Calderón, se echó “sabroso y delicioso coyotito” en la curul y se puso a roncar.
Como los tres cochinitos de Gabilondo Soler, Cri-Cri.

PASAMANOS: Quizá llegó de Oaxaca a la Ciudad de México agotada y cansada. Y de inmediato agarró camino al Palacio Legislativo.
Pero levantándose temprano en Oaxaca para cumplir como Conscripta de la Patria con la tarea, quedó dormida.
Un fotógrafo incómodo le tomó la foto acurrucada en la curul, bien dormidita, y la lanzó al viaje cibernético.
Nadie le conoce antecedente político. Pero tan poderosa pues la nombraron secretaria de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Y en el viaje onírico el resto de los compañeros en vigilia, pendientes, se ocupaban del maltrato animal.
Hacia el final de la sesión nadie prohibió las corridas de toro y las carreras de caballos y las peleas de gallo y doña Herminia López seguía durmiendo.

CORREDORES: Acaso habría sido elegida legisladora federal por el inmaculado y sacrosanto método democrático de “La Tómbola”.
Y como “La tómbola” suele encumbrar a mexicanos sin trayectoria política ni formación académica ni hoja de servicio social, son los riesgos en una vida democrática tan plena.
Se lo dijo el Sancho al Quijote: “Cosas veredes, mi querido Cid”.
En todo caso, caray, mejor dormirse en la curul cuando en el siglo pasado la práctica era desenfundar la pistola y asesinar en la sesión parlamentaria a los enemigos de la patria.

BALCONES: En el filme cinematográfico, La ley de Herodes, del cineasta Luis Estrada, un presidente municipal (Damián Alcázar) mata de un plomazo al secretario General de Gobierno, obsesionado con la candidatura a gobernador.
Además, el secretario de Gobierno autor de un complot para asesinar a su adversario.
Entonces, el nuevo jefe del Poder Ejecutivo premia a Damián Alcázar con la curul federal.
Y cuando toma posesión sube a la tribuna y dice:
“Vengo aquí con las manos manchadas de sangre. Maté a un hombre. Pero era un enemigo de la patria”.
Y los diputados se levantan para tirarle incienso.
Mejor, mucho mejor, la diputada de Oaxaca, Herminia López “echando la mona”.

PASILLOS: Resulta lógico su viaje onírico.
Los legisladores suelen tener sesiones maratónicas y hasta Superman y El Hombre Araña necesitarían un oasis para reposar y recuperar energías.
Más, mucho más, por ejemplo, de cara hacia fin de año cuando debaten sobre el presupuesto federal del año próximo.
Entonces, bien la diputada oaxaqueña estaría desde ahora reservando capacidad física y energía y vitalidad para el debate en puerta cuando las tribus de MORENA estarán “en la plenitud del pinche poder” imponiendo su fuerza avasalladora como bancada.

VENTANAS: El viaje onírico en la curul federal es tan viejo como “la historia de la humanidad y la historia de la prostitución”.
Y, bueno, Dios “nunca castiga el pecado, sino el escándalo”.
Por ejemplo, está bien dormir en la curul. Será muy sabroso. Los malos son los paparazis. Y más a los Morenacos.
Por eso, doña Herminia López, y considerando futuros resbalones pues está comprobado el aburrimiento de los temas legislativos, debiera tener una secretaria particular para estar pendiente de un cabezazo y un flashazo y evitar el desaguisado. (lv)