Matriarcado puro
**México 1910
**Dueña de una hacienda
ESCALERAS: Es México en 1910. En el norte del país, en una hacienda una mujer ejerce el matriarcado. No escucha. Grita. No pregunta. Impone. No es tolerante. Aquí, dice, mando yo.
Hace y deshace con la vida de sus tres hijas. Pero, caray, vaya destino humano, una, huye con un soldado villista, quien luego la abandona y se vuelve mujer de alquiler en un congal.
Ironías de la vida: tiempo después el villista la perdona y de nuevo la pasión, el deseo y el amor.
Otra, huye de casa, fastidiada, indignada, harta de su ley.
Y la tercera, muere de complicaciones intestinales.
PASAMANOS: La doña tiene trabajadoras domésticas y jornaleros. Todos, de color. Con piel oscura.
Y el maltrato alcanza el decibel más alto.
Grosera. Altisonante. Humillante.
En contraparte (y como resulta lógico en casos así), la doña es servicial ante el presbítero de la iglesia del pueblo. Y ante los pudientes. Y ante los políticos.
Y a cada rato les ofrece comilitonas.
Más porque una de sus hijas (Lumi Cavazos) es una gran, insólita, extraordinaria, chef.
CORREDORES: Gran cocinera. Y el secreto de la sazón es sencillo. Muy sencillo: “Cocinar siempre con amor” dice.
Sin embargo, la madre intolerante (Regina Torné) trata con el peor menosprecio y desdén a su hija, la chef de 1910 en la frontera norte.
Más porque entre los latifundistas la hija menor estaba destinada a la soltería para cuidar a la madre en el tiempo de la vejez.
Entonces le prohíbe casarse. “Mientras yo esté viva” le advierte. “Es una tradición en mi familia”.
BALCONES: Fatalidades de la vida: Una hija prófuga con un amante villista. La otra hija fallecida por un ataque descarrilado de flatulencias y la otra refugiada en una casa en el pueblo, en la hacienda del matriarcado caen unos rebeldes.
Primero, se van contra una trabajadora doméstica de color y la ultrajan y cuando los rebeldes están formados para la violencia sexual, aparece la matriarca con carabina en la mano disparando y gritoneando; otros rebeldes le caen por la espalda, la ultrajan y matan a las dos.
Y matan al resto del personal.
Y prenden fuego a parte del rancho.
La serie se llama “Como agua para chocolate”, adaptación de la famosa novela homónima escrita por Laura Esquivel, ahora producida por la actriz Salma Hayek Pinault.
La estrenaron el domingo 3 de noviembre en Max HBO.
PASILLOS: Si la madre (Regina Torné) ejerce el matriarcado, la hija (Lumi Cavazos) se rebela.
Más, alentada por la hermana en la revolución con un general villista.
“Ya me cansé de obedecerla” dice la hija a la madre.
Y se larga de la hacienda con un enamorado, un doctor, quien luego le ofrece matrimonio.
Pero Tita (Lumi Cavazos) está seducida por su cuñado, quienes antes fueron novios.
Y comienza un conflicto de sus neuronas y corazón y sexo para elegir entre casarse con el doctor o esperar el divorcio anunciado de su cuñado.
VENTANAS: Hacia el final del camino, asesinada la madre, Tita y su cuñado, para entonces viudo, consumen el amor pendiente.
Pero en la intimidad, y luego de los siete minutos del placer total, el chico muere.
Y sintiéndose derrotada en una lucha histórica, Tita prende fuego a la habitación del tálamo maravilloso y los dos quedan achicharrados.
El fuego se extiende en el resto del rancho y la hacienda desaparece. Sólo cenizas y fuego humeante quedan. (lv)