Veracruz 2024
**50 feminicidios
**70 homicidios de mujeres
ESCALERAS: Este año es el último de García como gobernador obradorista. La izquierda ondeando la bandera de los derechos humanos, la igualdad, la libertad y la dignidad humana.
Y en este año en Veracruz, y por lo pronto, van cincuenta feminicidios. Y setenta homicidios de mujeres.
Y del total de feminicidios, apenas, apenitas, solo en el veinte por ciento de los casos son detenidos y sujetos a proceso penal.
Simplemente, además de un Veracruz inseguro para la población femenina (seis de cada diez habitantes son mujeres), la injusticia.
Clamar justicia en el Estado jarocho es mucho. Demasiado. Excesivo.
PASAMANOS: Ha sido tónica sexenal. Veracruz, por ejemplo, campeón nacional en feminicidios.
En total, unos novecientos niños huérfanos de madre.
Número incalculable de hombres viudos.
Sean las causas, nunca con 77 (setenta y siete) gobernadores anteriores, las mujeres viviendo y padeciendo el peor periodo constitucional de la historia.
En otros tiempos, las víctimas fueron, por ejemplo, los obreros textiles de Río Blanco. Los agraristas. Los trabajadores de la información.
Ahora, las mujeres.
Como si en el poder y desde el poder las odiaran. Les guardaran rencor. Y alentaran un ajuste de cuentas. La venganza.
CORREDORES: El dato es de la ONG “Marea Verde Altas Montañas”. La señora Luz Verde la vocera. Poniendo “el índice en la llaga purulenta” del sexenio del góber catrinero, dichoso y feliz disfrazado de Chano y Chon y bailando con las catrineras de Xalapa.
Un sexenio fatuo. Superficial. Intrascendente. Frívolo. Vanidoso.
Uno de los peores desaciertos de Andrés Manuel López Obrador.
Casi casi, una venganza social, un castigo, su designación para los ocho millones de habitantes de Veracruz.
Indicativo y significativo: la percepción de un AMLO solapando la insustancialidad de García.
BALCONES: De cara al futuro los historiadores bien llamarían al sexenio de García el Tiempo Feminicida de Veracruz.
Como si de hecho y derecho, así hubieran educado a Cuitláhuac los amigos en el barrio Macuiltépetl de Xalapa. Los compañeros de la secundaria y la prepa. Quizá en la facultad de Ingeniería.
De acuerdo con el sicólogo de la colonia, bien pudiera existir un trasfondo social en el góber para permitir y tolerar sin un manotazo social tantos, tantos, tantos feminicidios.
Un Veracruz ensangrentado con sangre de mujeres. Niñas. Adolescentes. Jóvenes. Señoras maduras. Ancianas, incluso.
El asesino serial de mujeres en el siglo pasado, Goyo Cárdenas, rebasado por la izquierda, el centro y la derecha.
PASILLOS: Insólito: en diez meses del año, cincuenta feminicidios. Y 70 mujeres asesinadas.
En total, 120 (ciento veinte) mujeres en los panteones municipales en los cuatro puntos cardinales de “la noche tibia y callada” de Agustín Lara.
“Aquí, donde alardeara García en el informe en Tlacotalpan, donde las mujeres pueden soñar”.
Soñar, claro, con la muerte. El crimen. El terror y el pánico porque, acaso, habrían sido ultrajadas antes del feminicidio.
Inverosímil: los cincuenta diputados locales del par de Legislaturas en el tiempo sexenal de la 4T jarocha siempre permanecieron callados.
Indiferentes. Apáticos. “Dejando hacer y dejando pasar”.
Los legisladores, en la servidumbre al jefe del Poder Ejecutivo estatal.
VENTANAS: Un Veracruz adolorido y en el sufrimiento inacabable.
Cientos, miles de familia llorando a la mujer feminizada y asesinada.
Y lo peor, en el ochenta por ciento de los casos, la impunidad.
Una ex reina de la belleza en su pueblo, la Fiscal General, a quien únicamente interesó servir de dama de compañía del entonces secretario General de Gobierno cortando listones en ferias aldeanas creyendo en la posibilidad de la candidatura de MORENA (y de García) a la gubernatura de Veracruz. (lv)