Luego, le echan a la prensa sumisa en contra… Y después, si continúa de reincidente, que arregle sus cositas y pendientes fiscales porque bien la autoridad le puede dar tamaña sorpresota…

ROMPEOLAS: Y es que el periodismo, como todo tipo de actividad, es un comercio, una empresa, un changarro, una fonda… Bien podría considerarse como la gran industria del halago, la vanidad, la frivolidad, el tiradero de incienso, a quienes ocupan la silla embrujada del palacio municipal, estatal y federal… Y los curules locales y federales… Y las secretarías de Estado… Y las oficinas partidistas… Y en la feroz competencia por quedar bien con quienes mandan todo se apuesta… Incluso, desde la libertad hasta la dignidad humana…

ARRECIFES: El periodismo es la industria sin chimeneas más productiva… Siempre y cuando, las letras y las palabras sean utilizadas para ensalzar a quienes mandan… Dueños que son del presupuesto público, el erario, la obra de infraestructura por Dedazo a una compañía constructora de propiedad, las empresas fantasmas, las becas a los hijos, los viajes en el mundo y por el mundo, la compra de terrenos, lotes, departamentos y mansiones… Un departamentito de lujo en Miami y/o Houston…

ESCOLLERAS: Vaya, la industria periodística del halago es tan efectivo que, aunque el periódico impreso y el noticiero radiofónico y televisivo y el medio digital tengan baja lectura y escucha y seguidores, si halagan a las elites políticas, les va bien… Súper bien… Indicativo y significativo: cada tribu en el mando público suele tener medios preferidos y consentidos… Y durante el sexenio correspondiente el subsidio oficial se vuelve generoso… Vaya, entre más halagos finos y elegantes desparramen sobre las tribus políticas la subvención aumenta… Y, además, caray, les pagan con puntualidad el convenio mensual…

PLAZOLETA: Un reportero incómodo e indeseable se vuelve el centro de la furia y la rabia política… De entrada, así tenga el medio donde labora la más alta circulación y rating queda excluido del subsidio oficial… Es más, hasta la dádiva pues como dice el director general de un medio escrito, “el convenio con el gobierno del Estado es bajo, pero alcanza para pagar la nómina”… Y, bueno, en tales circunstancias, aquel discurso moral y ético de que la prensa ha de contar la historia de cada día así sea sórdida y siniestra, atroz, decepcionante, queda consumido por la realidad económica… En el periodismo, por ejemplo, suele asegurarse que se gana más por lo que se calla que por lo publicado…

PALMERAS: Hay empresarios que bien pudieron poner una fábrica, un comercio, un puesto de fritangas, etecé, etecé, para invertir recursos… Y vivir lo mejor posible… Otros, apostaron a la letra impresa y hablada para contar historias de los políticos… Mejor dicho, para halagar a los políticos en turno y beneficiarse con los grandes convenios… Simplemente, la industria del ego y el súper ego de los políticos pues los aplausos en los mítines resultan insuficientes… (lv)