Noche de brujas
**Vecinos vs malandros
**El Veracruz del góber
ESCALERAS: El sábado doce de octubre (día de la inmaculada raza de bronce, llamada la raza de oro en el norte del país en los corridos sobre migrantes) fue en Veracruz una especie de noche de brujas.
Noche, quizá, de justicia divina. Noche del ajuste de cuentas entre vecinos y ladrones y pilluelos, asaltantes y atracaderos.
En la ciudad jarocha, por ejemplo, y en donde los vecinos parecen haber tomado mayor conciencia neurológica de los vacíos de poder originados por la famosa 4T,
tremendo manotazo a la delincuencia común.
PASAMANOS: En la colonia Astilleros, los vecinos sorprendieron a un ladrón arrastrando cable eléctrico robados minutos antes.
Con las cámaras de los celulares lo filmaron en tanto la conductora de un automóvil lo descubrió en tiempo y forma y le echó el coche encima.
Pero el ladronzuelo soltó los cables y huyó “como diablo en pena”.
Fue rápido porque rebasó a los vecinos en su estampida y evitó la captura.
Pero por lo pronto, ya sabe que allí “un mundo lo vigila” y están a la defensiva por si intenta regresar.
CORREDORES: Pero en Martínez de la Torre, esa misma noche, otro ladronzuelo se introdujo en una casa en la colonia Vista Hermosa.
Y los vecinos, avisados a tiempo, llegaron solidarios con la familia y le asestaron tremenda madriza y que de seguro jamás olvidará en su vida delincuencial.
Los puñetazos y las patadas le llovieron.
Además, otros vecinos llegaron con palos y recibió insólita paliza.
Entonces, resbaló en las escaleras y se fracturó el brazo izquierdo y con varias contusiones y heridas en la cara y el cuerpo quedó tirado en el suelo (Notiver, Mario Lara).
El tipejo fue traslado al Hospital General para ser atendido y quedó bajo custodia policiaca.
BALCONES: Los días y las noches caminan así en Veracruz.
Antes, mucho antes, nunca se recuerda la organización de los vecinos para protegerse de la inseguridad, la incertidumbre, la zozobra y la impunidad.
Quizá (nadie lo dudaría) de vez en vez por ahí en alguna cabecera municipal, una ranchería, una comunidad, un raterillo era sorprendido en el lugar de sus fechorías y acaso habría sido detenido.
Y/o como está sucediendo en algunas colonias jarochas, los vecinos le asestaban tremenda madriza.
Luego, lo desnudaban.
Y ataban de las manos y los pies al poste de la luz eléctrica.
Y/o era abandonado en el centro de una calle mientras avisaban a la policía para llevárselo.
Ahora, sin embargo, es, parece ser, una constante en las horas de los días y las semanas y las quincenas.
PASILLOS: De acuerdo con el sociólogo del barrio, cada vez cuando unos vecinos aprehenden a un solitario ladrón y asaltante manifiesta el talón de Aquiles, el principio de Peter, de la autoridad.
¡Pobrecitos!
Están muy ocupados con otros graves pendientes y ni modo, descuidan la tranquilidad y la paz de los vecinos y quienes para ellos constituye lo más importante de sus días y noches, digamos, como trascendente es que la lámpara de la calle esté fundida y/o que el bache de la calle siga creciendo y/o el deficiente servicio del agua potable y/o la falta de un profesor en la escuela primaria.
VENTANAS: En montón de cabeceras municipales, la vida es un infierno. Y tiene el punto de partida en la incertidumbre.
Por ejemplo, como aquellos clientes de un café en la plaza comercial de El Dorado, en Boca del Río, asaltados a media mañana y despojados de sus pertenencias.
Y el asalto en par de ocasiones a una joyería en la plaza comercial Las Américas, de Boca del Río.
Y los asaltos a los autobuses de pasajeros tanto urbanos como foráneos como, por ejemplo, los ADO y AU.
Se trata del estilo personal de ejercer el poder y gobernar de las tribus Morenacas en el gobierno del Estado. (lv)