Retrato de AMLO
I (El presidente se describe)
Bien pudiera teclearse que hacia el final del sexenio el presidente Andrés Manuel López Obrador se describe a sí mismo y de acuerdo con la filosofía pueblerina y aldeana, cada quien se describe con prontitud cuando como dijera aquel “se ha conocido a sí mismo”.
Por ejemplo, en “La mañanera” dijo de sí mismo:
“No soy hipócrita.
No simulo cuando digo que me voy a retirar.
No estoy acostumbrado a decir una cosa y hacer otra o estar queriendo manipular a nadie.
No quiero ser ni caudillo.
Ni líder moral.
Ni jefe máximo.
Mucho menos cacique”.
Digamos, como si se tratara de un autorretrato.
De entrada, por ejemplo, durante los últimos años los llamados “Siervos de la Nación” y los chairos obradoristas y los medios orgánicos lo han denominado jefe máximo.
Y AMLO, sin chistar.
Y líder moral.
Y AMLO sin respingar.
Incluso, caudillo y nunca un revire.
Y aun cuando asegura que nunca ha querido “manipular a nadie”, la mitad del país y la otra mitad sabe, lo ha advertido, está cierta de que apenas, apenitas, truena en contra de un disidente, enemigo, opositor incómodo e indeseable, en automático los “Siervos de la Nación” se van en contra a través de las redes sociales.
Así, con las famosas cuarenta palabras condenan y satanizan a quien evidencie y cuestione a AMLO.
Y AMLO, como si nada, pues ha dado línea.
Y, bueno, ante tantos sensaciones y percepciones de causar la imagen del Plutarco Elías Calles del siglo XXI para seguir mandando en el país mientras Claudia Sheinaum Pardo se dedica a gobernar, resulta alentador cuando dice que “no simulo cuando digo que me voy a retirar”.
Lo mismo decía Benito Juárez García y se reeligió durante quince años consecutivos y le renunciaron todos aquellos periodistas (Francisco Zarco, Ignacio Ramírez El Nigromante e Ignacio Manuel Altamirano, entre otros) quienes “eran hombres y parecían gigantes”.
Y lo mismo aseguraba Calles de que otros eran los presidentes (Emilio Portes Gil, Abelardo L. Rodríguez, Pascual Ortiz Rubio y Lázaro Cárdenas del Río) y Calles seguía mandando e imponiendo su ley.
Y más, cuando a cada presidente sucesor le impuso (igual que AMLO a Claudia Sheinbaum) una parte considerable del gabinete, todos callistas.
Desde luego, ya se verá si AMLO hace efectivo su juramento de que “me voy a retirar”, como dice, al rancho “La chingada” a vivir solo y sin recibir a nadie y a escribir libros para vivir de sus regalías porque siempre vivió y ha vivido “con la medianía de su salario”.
II (Caciques S.A. de C.V.)
Cacique fue Calles imponiendo a cuatro presidentes sucesores.
Cacique Porfirio Díaz Mori imponiendo a todos los gobernadores y jefes de regiones militares.
Cacique Lázaro Cárdenas del Río con su hermano Dámaso como gobernador de Michoacán.
Y su hijo Lázaro Cárdenas Batel.
Cacique el gobernador de Tabasco que en nombre de la ley callista (ajá) expulsó a los sacerdotes del Edén porque se negaron a casarse como se los imponía Tomás Garrido Canabal.
Pero, bueno, cacique también es quien impone la Reforma Judicial para que los jueces y magistrados sean designados por Dedazo como candidatos a ganar la elección en las urnas.
Y si Calles fue cacique imponiendo el gabinete a cuatro presidentes sucesores, también es cacique quien impone a un hijo como secretario de Organización del CEN de MORENA.
Incluso, cuando están promoviendo ya, ya, ya, a Andy como el inminente candidato presidencial de MORENA en el año 2030 y lo que será operado desde el partido guinda y marrón eligiendo, por ejemplo, a los candidatos a futuros gobernadores y legisladores federales.
III (Te critico, pero te financio)
Desde luego, AMLO en ningún momento es hipocrática.
Más porque todos conocen su estilo personal de ejercer el poder como, por ejemplo, decir una cosita y hacer otra.
Si, por ejemplo, desde “La mañanera” condena y sataniza a un enemigo, entonces, los Siervos de la Nación ya saben el siguiente paso como es el bombardeo despiadado en contra y desde las redes sociales.
Si cacarea que ninguna venganza ejerció en contra de Rosario Robles Berlanga y la tuvo presa, lo que cuenta es que Robles Berlanga estuvo privada de su libertad, pues constituye el hecho concreto y específico.
Si despotrica en contra del magnate de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, y le otorga cantidades millonarias en publicidad y propaganda, el discurso real y auténtico es la subvención pública.
Te critico, pero te financio.
AMLO según AMLO.