Placeres baratitos
**Admirar la vida
**Relamer el cuerpo humano
EMBARCADERO: Entre los grandes placeres (además, baratos) están los siguientes... El placer del gusto... 1) Saborear la galería de actrices cinematográficas cuando eran jóvenes, bonitas, hermosas, radiantes, bellas, impactantes... 2) Degustar una chelada fría de cara al mar en una fonda en la playa del Golfo de México... 3) Paladear un cuernito de pan recién salida del horno y remojado en un cafecito calientito de olla... 4) Catar la inmortalidad del instante cuando el bebé aprieta con ternura
con sus deditos el índice de mamá… Y, 5) Relamer la delicia de un amor prohibido cuando los cuerpos de los amantes están cargados de electricidad y en ningún momento sin hacer cortocircuito…
ROMPEOLAS: El placer de la vista: 1) Mirar el beso de piquito entre dos pajaritos meciéndose en el cable de luz eléctrica y luego el movimiento satisfecho de sus alas preparándose para volar juntos… 2) Refocilarse en una madre joven empujando la carriola con el bebé paseando en el zócalo en la tarde fresca y tibia… 3) Vislumbrar a la chica de Ipanema camino a la playa y “en el dulce bamboleo de sus caderas”… 4) Contemplar a una pareja de ancianos de la séptima, quizá octava década, bailando rítmico danzón en el zócalo la noche de un sábado… Y, 5) Acechar a una barbie cuando va emergiendo de la playa y el agua escurriendo en el cuerpo sobre las piernas delgadas y torneadas…
ARRECIFES: El placer del olfato… 1) Embriagarse con el olor de la panadería a las cuatro de la mañana, aprox., cuando empiezan a salir los primeros panes del horno… 2) El fascinante aroma del cuerpo femenino recién bañado… 3) El olfateo a humedad del cuerpo de un anciano perfumado… 4) El olor raro y extraño de unos gatitos recién nacidos… Y, 5) El olor insostenible del montón de peces muertos arrojados a la orilla de la playa en tiempo turístico…
ESCOLLERAS: El placer del oído… 1) Pasar un ratito escuchando música instrumental a bajo volumen en la madrugada por el insomnio… 2) Los gritos desafinados de los chicos dando serenata a la novia amada “en calidad de bulto”… 3) Los sonidos del silencio en la piyamada de las chicas un fin de semana y con los padres ausentes… 4) Escuchar el susurro en el oído izquierdo de una voz femenina diciendo: “Te engañé con tu amigo”… Y, 5) Leer en voz alta el dictamen médico de que la novia no está embarazada…
PLAZOLETA: El placer del tacto… 1) Cortarse la punta de la palma del dedo índice con la pareja en un juramento de amor y luego, beber la sangre… 2) Agarrar a cachetadas (aunque sean guajoloteras) al compañero traidor… 3) Acariciar las piernas torneadas de la pareja, sea mujer, hombre o fantasma… 4) Tomar de la mano a la pareja anciana para caminar en la plaza comercial… Y, 5) Aprender a disparar con una pistola y sentir a inmortalidad cuando se aprieta el gatillo, digamos, en el tiro al blanco…
PALMERAS: Los anteriores son, entre tantos otros, unos placeres de los cinco sentidos… Y cuando los cinco sentidos se educan y pulen y vuelven a pulirse, entonces, la vida se hace vivible… Y por añadidura, llegan el buen fario y el mejor karma… Además, permiten descubrir y redescubrir las cosas simples y sencillas de la vida para tener más horas, días, noches, semanas, quincenas, deliciosas… Digamos, como cuando viviendo en París, Ernest Hemingway asegurara que era pobre, pero muy feliz, porque de tarde en tarde llegaba a un café a la orilla del rio Sena para mirar pasar a las barbies francesas… (lv)