Veracruz, un fosario
I (Veinte años en el infierno)
En Huatusco, la tierra del café y donde fue presidente municipal el compositor de las canciones de Paquita la del barrio (“¿Me estás oyendo, inútil?”), más fosas clandestinas.
Digamos, reproduciendo la historia.
Por ejemplo, las fosas clandestinas, los campos de concentración y las cámaras de gases de Adolf Hitler, José Stalin, Benito Mussolini y Francisco Franco.
Los fusilamientos masivos y fosas clandestinas de Fidel Castro Ruz al triunfo de la revolución cubana.
Las fosas y campos de exterminio en América Latina, tiempo de los militares dictadores.
Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, etecé, etecé.
El tiempo de la Guerra Sucia en México con los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez y en donde el capitán Fernando Gutiérrez Barrios desempeñara papel protagónico.
Fosas clandestinas en Veracruz iniciadas con el góber del “aquí no pasa nada”, Javier Duarte.
Continuadas en el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares.
Seguidas con García, el góber jaranero de AMLO, el presidente.
Ahora, unas fosas más descubiertas, a punto de descubrirse, en Huatusco.
Ni más ni menos, en el Cerrito de Guadalupe.
A la altura del llamado “Bosque de la Niebla”.
Los Colectivos, integrados con padres con hijos y parientes desaparecidos, revoloteando la tierra.
Limpiando la maleza.
El varilleo en el fondo de la tierra para detectar cuerpos enterrados al madrazo limpio.
El Veracruz permeado con Enrique Peña Nieto como presidente.
Y seguido con Andrés Manuel López Obrador.
Veracruz, por lo pronto, campeón nacional en fosas clandestinas.
Y ocupando el quinto lugar nacional en desaparecidos.
Y ni se diga en feminicidios.
Y en el tiradero de cadáveres en los cuatro puntos cardinales.
Horas anteriores, en el Coatzacoalcos del alcalde Amado de Jesús Cruz Malpica, “la muerte tuvo permiso”.
(Y la violencia social también con la presa Yuribia tomada).
Dos trabajadores de taller mecánico fueron asesinados.
El Jarocho se llama el taller.
En la colonia Manantiales.
Los malandros llegaron y los rafaguearon.
Luego, se perdieron en el día y la noche salvaje de Veracruz.
La violencia va a la baja alardea García, el góber.
Y mucho se ignora si la población de Veracruz crea en su palabra manoseada, barata, ramplona, demagógica y populachera.
II (Peor infierno para migrantes latinos)
En el sexenio de Fidel Herrera Beltrán, “una piedrota en el zapato”, “un dolor de cabeza” fue el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra.
Defensor entonces de los migrantes de América Central (Honduras, El Salvador y Guatemala) en su paso por México, Solalinde aseguraba que Veracruz “era la peor entidad federativa del país para los indocumentados”
Veracruz “un fosario” decía.
Incluso, en un periplo por Veracruz al frente de los migrantes, Fidel Herrera le envió a un trío de mujeres diputadas locales a despellejarlo en el palenque.
Nunca Solalinde se arrodilló ni dobló ante Fidel Herrera.
Y en cada gira por el territorio jarocho, el curita de la Teología de la Liberación reclamaba el respeto a los derechos humanos para los ilegales.
Así, tal cual, entonces, significa que desde hace veinte años (dos décadas) Veracruz está en el descrédito a la política migratoria.
Y con fosas clandestinas.
Más, muchas más, por ejemplo, que Sinaloa, el paraíso terrenal de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, anexos y conexos, incluidos sus hijos, Los Chapitos, y también Ismael “El Maya” Zambada.
Y más que Tamaulipas, hoy.
La mera verdad, “da pena de la pena ajena” pavonearse orgulloso de ser un jarocho más.
III (De Hitler a Cuitláhuac G. J.)
Veracruz está en el descrédito y la deshonra social, moral y política nacional.
Y uno de los factores decisivos (además del desempleo y la migración y la incertidumbre y la zozobra), las fosas clandestinas.
Las utilizó Hitler.
José Stalin.
Benito Mussolini.
Francisco Franco.
Montón de militares presidentes y dictadores en América Latina.
Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón.
Y en el año 2024, igual que en el año 2005, el primero de Fidel Herrera, todavía significan la estrategia para enterrar los cadáveres ejecutados en los ajustes de cuenta entre “tirios y troyanos”.
Incluyendo la desaparición forzada, aquella cuando los políticos y los carteles se asocian para aniquilar la vida de las personas incómodas e indeseables.
En los últimos años, lo único, lo único, lo único que ha registrado un desarrollo exponencial son las fosas clandestinas.
Veracruz, en el duartazgo, “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril” declarado por ONG internacionales.
Ahora, en vez de los trabajadores de la información, los feminicidios.