Y luego, y para evitar dejar testigos, también se llevaron a su padre, Hipólito Rodrigue Sánchez.
Entonces, el par de hombres (hijo y padre) y la yegüita, desaparecidos.
Fue el viernes 20 de septiembre, en Isla, después de la carrerita de caballos.
En Isla, en la comunidad “Palma de Oro”.
Para el sábado 21 de septiembre, la desaparición de los hombres estaba boletinada por la Comisión Estatal de Búsqueda.
Y en un Veracruz en el quinto lugar nacional de desaparecidos y en donde hay más de 7,500 (siete mil quinientas) personas “levantadas”.
Y un Veracruz en el primer lugar nacional en extorsiones.
Y secuestros.
Digamos, el secuestro en Isla de los hombres (y la yegua) de Playa Vicente, hacia el último tramo del carril de García, el góber.
Además, en un Playa Vicente donde el once de enero del año 2016 fueron secuestrados y desaparecidos cinco jóvenes (una menor y cuatro muchachos) en Tierra Blanca y entregados por la policía estatal a un cartel de la droga.
Y a quienes y luego de tantas protestas familiares, el subsecretario Alejandro Encinas y García, el góber jarocho, ofrecieran una disculpa a los padres asegurando que se trataba “de un paso para hacer justicia”.
Y que como se sabe, se les olvidó a las tribus guinda y marrón y/o se les olvidó exprofeso.
Ahora, el padre y el hijo desaparecido y su yegua de carreras.

II (Desuellan lo que resta de García, el góber)

En Veracruz, días y noches polvorientas. Siniestras y sórdidas.
Simple y llanamente, la delincuencia organizada (carteles y cartelitos, sicarios y pistoleros, malosos y malandros) tienen el chirrión en la mano y ellos mandan.
Todavía más: apropiados de la agenda setting.
Los malos, imponiendo sus reglas.
Ojalá, sin embargo, que pronto aparecieran el padre y el hijo.
Y la yegüita.
De lo contrario, sería demoledor para sus familias.
Y los amigos.
Y los compadres.
Y los vecinos cercanos.
Y de paso, los vientos huracanados y turbulentos desollando lo que resta de García, el góber jaranero, empantanado en el descrédito social y político y de seguridad y de justicia.
Duro y rudo cuando un gobernante es incapaz de garantizar el Estado de Derecho al pueblo que gobierna.
Peor, mucho peor, cuando el político encumbrado como García la pasa inculpando a los demás de sus desaciertos y fracasos.
Y sin la humildad de reconocer sus limitaciones profesionales.
Digamos, como el niño consentido y emberrinchado con unos padres cien por ciento protectores.

III (Te vas y aquí seguimos…)

La 4T jarocha pronto se irá. Y en los cuatro puntos cardinales, los carteles y sicarios arrecian el Veracruz sangriento como si se tratara de una especie de despedida.
“Te vas y aquí seguimos”.
Y “nunca pudiste con nosotros”.
Y “fracasaste”.
Un sexenio oscuro y grisáceo. Sin luces. (lv)