Así camina las horas de cada día y noche, esperando una caída de su pareja en la intimidad de un tálamo… Incluso, ha desarrollado técnicas amatorias para oler en el cuerpo de su pareja la posibilidad de una aventura…

ROMPEOLAS: Su pareja jura y perjura la fidelidad… Pero ella tiene experiencias desastrosas en la materia… Una, de ella misma… Otras, de su madre… Otras más, de sus hermanas… Y de sus amigas… Y de sus comadres… Y de las pláticas con las vecinas… Nunca, caray, se ha topado con una mujer feliz y dichosa con la fidelidad de su pareja… Las tentaciones son muchas, dice, y “en la casa del jabonero quien no cae, resbala”…

ARRECIFES: Además, como es una cinéfila, en las plataformas digitales pasa los días mirando películas… Y para animar y reanimar la carga negativa resulta que el 99 (noventa y nueve) por ciento de los filmes cinematográficos tienen como eje central y transversal la infidelidad… Más todavía: de los quince a los veinte años de edad llevó una vida intensa y frenética… Ya se sabe, el primer deseo… La primera pasión… Y el primer amor… Eran un grupito de chicas y chicos en el pueblo, digamos, feligreses de “la vida loca”… Y todos, sin excepción, eran infieles… Es más, en el círculo amical, tríos y cuartetos… Y en forma recíproca, escuchando historias de otros muchachos de su generación… Y de igual modo, la infidelidad como eje constante…

ASTILLEROS: El dicho expresa “la cruda realidad”… “Pueblo chico, infierno grande”… Y la vida aldeana y pueblerina suele girar alrededor de los chismitos en el mercado popular, en el molino de nixtamal, en la maquiladora y en el salón de belleza… El sábado en la noche en el bailongo y el domingo dando vueltas en el parque luego de escuchar misa… La circunstancias propias para “echar tijera”… Y conocer la vida privada y clandestina de los demás…

PLAZOLETA: Ella tiene un trío de hijos… Y cada hijo, de un padre diferente… Y si procreó hijos con tres parejas diferentes fue, entre otras razones de peso y con peso, por la infidelidad masculina… Hasta que de plano se hizo la cirugía para nunca más tener familia… Y vivir con intensidad volcánica… Sin traer hijos no deseados a la tierra… Pero desde hace tiempo, en unión libre… Sabedora de que “todo en la vida inicia y termina”… Los mejores días y noches y años los ha vivido con sus hijos… Y auxiliada por sus padres, dichosos con los tres nietos…

PALMERAS: Nada ha pedido (ni solicitará) a los padres de sus hijos… Allá cada uno sus vidas, refiere… Si cada uno tiene voluntad de manifestarse con sus hijos, bienaventurado sea… Ella trabaja duro y tupido, sin tregua ni descanso… Y sin esperar nada… Y al mismo tiempo, ejerciendo y defendiendo sus legítimos derechos humanos… La esencia de la liberación femenina es vivir con libertad, dice… Y sin rendir cuentas a ningún hombre… Menos, mucho menos, cuando son unos machitos… (lv)