en vez de los salarios pichurrientos y con las prestaciones económicas, médicas y sociales que garantizadas en la Ley Federal del Trabajo).
Y dos, salud.
Han sido las plegarias número uno y dos a San Juditas en el periplo en muchos municipios de Veracruz.
La tercera, la seguridad.
Nada de secuestros.
Nada de desapariciones.
Nada de feminicidios.
Nada de fosas clandestinas.
La iglesia católica y apostólica en girita religiosa y social con su Santito.
Primera vez en la historia política de Veracruz cuando en un tiempo de transición política un Santito revolotea las conciencias, las almas, los corazones, las neuronas y hasta los hígados con los pendientes sociales.
En vez de que el arzobispo, los obispos y los presbíteros predicaran un Veracruz digno para todos desde el púlpito han sido, son, muy diplomáticos y san Juditas Tadeo se encarga de la tarea.
San Juditas, exhibiendo el Veracruz de la llamada Gran Cuarta Transformación guinda y marrón.
Caray, el último feminicidio y en Minatitlán y luego del Gritito Patrio y en la colonia “El Palmar”.
Así como anda revoloteando la vida san Juditas Tadeo, si viviéramos en el siglo XX, tiempo de “La dictadura perfecta” del PRI (Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez), bien pudiera ser declarado un agente de disolución social.
Y encarcelado en el penal negro de Lecumberri.
La población feligresa de la capilla católica y apostólica alborotada con la fe y la esperanza por delante soñando con el paraíso terrenal de un empleo, seguridad en el diario vivir y salud.
Juditas Tadeo, atosigado y abrumado con tantas y demasiadas y excesivas plegarias.
Pero ni hablar, las mujeres y hombres desencantados de las tribus políticas, entonces, miran al otro lado del charco y suelen creer y a ciegas en la voluntad divina.
La apuesta, digamos, a vivir dichosos y felices en el paraíso celestial.
Irritada, una feligresa dijo: “Ya no creo en San Judas Tadeo. Te he pedido favores y nunca me escucha. De seguro no merezco su abundancia”.
Con todo, “la fe mueve montañas”.
Mínimo, sirve para exhibir el Veracruz huracanado y turbulento que vivimos y padecemos.
Más en un Veracruz con seis millones de habitantes de los ocho millones en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios ultra contra súper jodidos, la incertidumbre, la zozobra, la inseguridad y la impunidad.
¡Hosanna, hosanna!

II (De Juditas Tadeo a Santa Rocío)

Por fortuna y para conservar, digamos, el optimismo…
Y considerando que rara, extraordinaria ocasión una golondrina solitaria anuncia el verano…
Hemos de mantener y multiplicar la fe con el caso de la señora Eusebia Cortés Pérez.
Durante muchos años ella tuvo un puesto de fritangas frente a la casa de la señora Rocío Norma Nahle García en Coatzacoalcos.
Y Eusebia la abastecía de su comidita típica.
Entonces, la justicia divina llegó. Y llegó muy bien en su vida.
Primero, Regidora en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos.
Después, diputada local y que está por concluir.
Y ahora, nombraba Subsecretaria de Desarrollo Regional para el próximo sexenio 2024/2030 en Veracruz.
Un cargo público de grandes ligas.
Casi casi, como para una política muy fogueada “en el proceloso mar de la política”.
Digamos, como una profesional con doctorados y en el extranjero.
¡Hosanna, hosanna!
¡La justicia divina existe, incrédulos y agnósticos!
Y en vez de veladoras y oraciones a Juditas Tadeo, a Santa Rocío.
En aquel entonces, el presidente Adolfo López Mateos pidió a su amigo de la infancia, el periodista Francisco Martínez de la Vega hacerse cargo de la dirección de PEMEX.
--Gracias, Adolfo, nada sé de PEMEX.
--No te preocupes, Francisco, te nombro un equipo de asesores técnicos y especializados.
--Gracias, Adolfo. Me quedo en el periodismo.
Y Martínez de la Vega siguió como jefe de Información del semanario Siempre!, dirigido por el legendario y mítico reportero, José Pagés Llergo.
¡Suertuda, gran suertuda, Eusebia Cortés Pérez!, ahora, ajá, fundadora del partido MORENA en el sur de Veracruz.