cargando

En twitter:

Escenarios
Lunes 16 septiembre, 2024

Desarrollo humano

**Diálogo con uno mismo
**Pulir y volverse a pulir

UNO. Purificarse consigo mismo

La escritora Simone de Beauvoir solía purificarse en el diálogo consigo mismo. Un rato (digamos, media hora) en la mañana antes de trabajar. Y otro rato (otra media hora) en la noche, antes de acostarse, para revisar si en el transcurso del día se pudo “crecer un poco”.

Yo, dice un chico de unos veinte años, necesito estar a solas todos los días conmigo mismo.
Una práctica, un hábito, una costumbre, una gran estrategia para estar, ser y trascender.
Y, claro, siempre buscando las cosas positivas y las negativas. Lo bueno y lo malo. Lo que pudo hacerse y dejó de hacerse. Y en ambos casos, las razones de peso y con peso.

DOS. Y sin incienso

Es decir, con sentido crítico. Sin contemplaciones ni tampoco echarse incienso a sí mismo.
Un ejercicio crítico a la luz de la razón.
Incluso, y hasta escribiendo una bitácora, una especie de manual, para revisarse.
Alrededor de los objetivos definidos de cada quien.
Digamos, y como dice el sicólogo del barrio, las metas a corto, mediano y largo plazo.
Y con una escalera para ascender cada día, cada semana, cada quincena, unos peldaños.

TRES. La Penélope de Ulises

Los monjes, los académicos investigadores, los filósofos filosos, los sociólogos, entre otros, suelen pasar los días tejiendo y destejiendo posibilidades como Penélope esperando a Ulises en su viaje a Itaca y enfrentado las tentaciones de las hermosas sirenas, mitad cuerpo humano de mujeres y la otra mitad pececitos.
Ellos viven para la reflexión. Las horas del día y parte de la noche la pasan cavilando y cavilando.
Desde luego, aplicando la lupa con ellos mismos.
Y luego, pulsando la marcha social.
Es una práctica que bien pudiera ser adaptada por la mayoría buscando pulir y pulir a la persona para ser, entre otras cositas, mejor persona humana.

CUATRO. Vivir cavilando

El Papa Juan Pablo Segundo tuvo la fama de que durante ocho horas de cada día la pasaba hincado en el altar principal del Vaticano rezando y rezando porque estaba convencido de la fuerza mágica y maravillosa de la oración.
Pero de igual modo, también solía cavilar, primero, durante unas cuatro horas diarias acumulativas.
Y segundo, intercambiando barajitas con el equipo de asesores, todos sacerdotes (teólogos, filósofos, sociólogos, antropólogos, etcétera) sobre los temas centrales en el resto del mundo.

CINCO. Desarrollo humano

Unas personas suelen tenderse en el desván para la confidencia con el sicólogo y el siquiatra. Incluso, el confesor religioso. Un padre de familia. Un pariente. Un amigo en el salón de clases y/o en la chamba. Y hasta un vecino.
Pero pocos, excepcionales, tienen el hábito y la disciplina de conversar consigo mismo.
Cada uno enfrentando “la cruda realidad”.
Bien podría intentarse, seguros de que el resultado en el desarrollo humano personal será mucho más provechoso.
Y siempre y cuando sea, como dicen los expertos, con honestidad.
¡Y ay si la persona se zambulle en el ego y el súper ego, porque entonces “se toma el pelo a sí mismo”!

SEIS. Viaje interior

En el siglo pasado circuló con enorme éxito un libro intitulado “Sea usted su propio siquiatra”.
Y escrito con rigurosidad, digamos, científica, y en un lenguaje accesible.
Por desgracia, nunca más volvieron a editarlo.
Y tampoco ha podido encontrarse en el Internet y la Wikipedia.
Allí enmarcaban, entre otros, los pasos eficaces y eficientes para el diálogo con uno mismo.
Una especie de gran viaje al mundo interior. (lv)


Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.