Padres e hijos
**Sana relación
**Tarea inacabable
EMBARCADERO: Un debate de nunca acabar es definir hasta dónde llega la tarea y la responsabilidad de los padres con los hijos... Desde, por ejemplo, estar y vivir pendientes de su destino y tranquilidad económica y abrir puertas para un trabajo digno y estable y cubierto con salario justo hasta el cuidado de los nietos... Incluso, hasta ya casados y con hijos seguir comiendo en la casa paterna... Vaya, hasta si se divorcian si pueden volver a casa como si nada hubiera pasado
La gran polémica, sobre todo, entre las señoras con sus amigas… Cada una hablando según le ha “ido en la feria” y cada una de acuerdo con su experiencia y vivencias y formación familiar…
ROMPEOLAS: Unas señoras, por ejemplo, arguyendo que cuando los hijos se casan se les da la bendición para que les vaya lo mejor posible… Y se acabó la dependencia económica y social de los padres… Otras, en cambio, convencidas de que así los hijos (e hijas, claro) estén casados y divorciados, la tarea de los padres dura hasta un segundo antes de morir… De morir los padres y de morir, vaya, los hijos, por ahí, en un accidente desde automovilístico hasta casero y que son fatales…
ARRECIFES: Una conseja popular asegura que los hijos (y los nietos) siempre serán los hijos… Y más allá de considerarse una obligación se trata, simple y llanamente, de la vida con un gran sentido humano… Y ni modo, por ejemplo, que una pareja auxilie (y siga apoyando) a otros familiares, a unos compadres, unos amigos, unos vecinos, y cierre la posibilidad a los hijos… Y a los hijos en desgracia… Pero, bueno, “cada cabeza es un mundo” y cada suele mirar la vida desde cristales diferentes… Incluso, encontrados…
ESCOLLERAS: En este tipo de coyunturas, caray, llega momento estelar cuando hasta los padres “se agarran del chongo” y pelean entre ellos… Por el destino de los hijos… Y de los nietos… Y son tremendos agarrones… Cada uno en su nicho… Y cada parte con su verdad, “la cruda verdad”… Más, como en el caso del escritor ruso, Antón Chéjov, quien él mismo, sin que nadie lo indujera, se proclamó responsable de la tranquilidad económica de sus padres y de cinco hermanos… Y hasta de los sobrinos… Caray, los casos, por cierto, donde los padres procrearan doce, trece, catorce, o más, hijos… Y la pobreza y hasta la miseria en el centro del altar casero…
PLAZOLETA: La verdad es que cada persona, cada jefe de familia, tiene formación moral y social y así, tal cual, reacciona y vive… Y, bueno, si a las amigas les molesta, pues allá ellas con su legítimo derecho a emberrincharse… Nada más sabio como vivir en paz y amarrándose la lengua para evitar díceres y comentarios ofensivos… Y si se le tiene cariño y afecto y respeto a la otra persona, entonces, si es posible, ayudarla… Y con finura y tacto para evitar interpretaciones incómodas e indeseables…
PALMERAS: Ene número de familias viven (y padecen) el peor infierno de sus vidas con el caso de los hijos y nietos en desventura… Cargando la peor cruz en la espalda y sobre un camino lleno de espinas, cardos y abrojos… Y derecho, derechito al Gólgota… El Gólgota de cada persona que por eso mismo el símbolo y el ícono universal… Y ojalá a todos les vaya bien, pues como afirmaba Fernando López Arias en la campaña electoral para gobernador, “cada persona vive con un policía y es el policía de su conciencia”… (lv)