De un día para otro, la vida sufre un cambio radical… Y la actitud, digamos, la filosofía de vida ha de modificarse con la misma intensidad…

ROMPEOLAS: A unas personas, la vejez (el viejazo le llaman) suele llegar de forma diferente… Entonces, si durante tantas décadas han caminado juntos, la hora de la tolerancia en la primera, segunda y tercera dimensión necesita aposentarse… Además, está canijo que luego de muchos años caminando juntos en cada amanecer y anochecer resulte que “a Chuchita la bolsearon” y la pareja anciana se divorcia… Simplemente, el ridículo humano de ambas partes…

ARRECIFES: La tolerancia (la gran tolerancia) para entender y comprender a la pareja… Y también, claro, a los hijos… Y al resto de la familia y los amigos… Y es que “la chochez” muchas sorpresas suele acarrear… Por ejemplo, uno de los peores estragos se sufre y padece con la memoria… El día cuando de pronto se empiezan a olvidar cosas básicas… Incluso, el nombre de la pareja… Y de los hijos… Y/o las cosas que el día anterior platicaron totalmente borradas al día siguiente… Pecado mortal olvidar el cumpleaños… Pero ni modo, “la vida es así y qué le vamos a hacer”…

ESCOLLERAS: Otra cosita fatídica son los reproches… Más cuando por ahí suelen recordarse infidelidades… Peor, mucho peor, cuando se trata de un familiar con quien se tuvo una aventura efímera… Pero aventura al fin… También suele estallar la tercera guerra mundial cuando se pierden las llaves de la casa… O se dejó prendida la luz de la cocina o la sala durante la noche… O cuando antes de caminar, al levantarse, el motor humano (el cuerpo) ha de calentarse y la pareja en ningún momento extiende la mano para auxiliar…

PLAZOLETA: Es el tiempo cuando una desatención (digamos, involuntaria) sirve para un pleito más… Y hasta con gritos, amenazas, injurias y ofensas… ¡Y ay si el hombre deja de bañarse un día porque en automático la mujer estalla!… Y lo peor, se lo cuenta a los hijos y las amigas y las vecinas… Duro, demasiado difícil, cuando alguien de la pareja senil se vuelve chismosa… “Chismocita” se diría de cariñito, ajá… Una de las peores circunstancias es que la pareja anciana siga durmiendo en la misma recámara… Tiempo cuando todos los olores son infernales… Más duro cuando ninguna parte aprendió a pedir disculpas…

PALMERAS: Hay parejas admiradas y admirables por el altísimo grado de tolerancia… Como aquel par de ancianos que en las tardes tibias y frescas escuchan música y baila algunas piezas… Incluso, suelen bañarse juntos como en el tiempo encendido y luego hacer el amor y el sexo… Y después, en “el reposo del guerrero” mirar una película de Silvia Krystell… Y hasta dormir abracitos… Y, claro, ¡hosanna, hosanna!... Desde luego, el estado ideal en la vejez… Pero, bueno, quizá habrían de buscarse con la lámpara de Diógenes en la mano… (lv)