Es la noche. Y de pronto, alguien golpea con intensidad la puerta principal de la casa. El señor de la casa abre.
Y de inmediato, un hombre alto, robusto y frondoso, le pega un madrazo en la cara.
Y luego enseguida lo agarra a cuchilladas. Y le asesta dos, tres cuchilladas.
Entonces, aparece la esposa. Y ella se lanza sobre el intruso cuerpo de mastodonte.
Y el intruso le da un guamazo y la avienta sobre la pared.
Y luego, se tira sobre ella y la acuchilla. Y la mata.

DOS. Una niña asesinada

Entonces, levanta la mirada y mira a la niña de 5 años que lo mira asustada.
Y toma a la niña diciendo las niñas me gustan y se retira.
Mientras, el otro compinche saquea la casa y se retiran.
Días después, la niña aparece asesinada.
El padre pide justicia. Y la policía detener al par de ladrones y asesinos.
Y van a juicio.

TRES. El vengador paciente

Pero los malandros tienen un buen abogado. Y gana el pleito.
Y el padre viudo y con la niña menor asesinada en vano clama justicia.
El Fiscal le dice:
“Así es la justicia. Unos ganan y otros pierden”.
Y el padre “aguanta vara”.
Y espera la hora de aplicarse justicia por mano propia.
La autoridad se lo ha dejado como única alternativa.
Y espera, uno, dos, tres, varios años.

CUATRO. Homicida decapitado

Entonces, ubica al homicida alto, robusto y frondoso y simplemente, lo secuestra.
Y se lo lleva a una casa de seguridad que el padre viudo tiene pues antes, mucho antes, fue militar norteamericano en frentes bélicos.
Y entre otras cositas y hechos, conoce todos los caminos de la tortura física.
Y tiene a la mano todos los aparatos para torturar.
Y somete al asesino a todas las torturas.
Por ejemplo: En un primer acto le corta el miembro viril.
Después, las manos.
Le perfora las piernas.
Y en el momento estelar los descuartiza y lo reduce a veinticinco cachitos de su cuerpo.
Incluso, lo decapita y deja la cabeza a un lado de los pedacitos.
Y de ñapa, todo lo filma. Y envía el video al Fiscal aquel que nunca aplicó la ley en contra de los ladrones y homicidas de su familia.

CINCO. Justicia por mano propia

El otro ladrón entró a la cárcel por otros delitos.
Y el padre viudo propicia que también lo encarcelen.
Y ahí, sin más, lo mata, en una trifulca armada exprofeso.
Y como el Fiscal y la jueza y la presidenta municipal del poblado se emponzoñan en su contra, el ex militar aplica sus conocimientos para hacerse más justicia.
Y exhibir, dice, la corrupción policiaca y de la Fiscalía General.
Y poco a poco va matando a otros funcionarios y jefes policiacos.
En un momento pone de rodillas a la autoridad y la alcaldesa declara Estado de Sitio.

SEIS. Autoridad omisa y occisa

El Fiscal aquel investiga sus lazos y descubre su pasado.
Y a partir de ahí va tejiendo la posibilidad para contrarrestar su fuerza y su peso, digamos, tecnológico para destruir a los demás.
Y cuando el padre viudo está a punto de un asesinato masivo del Consejo de Seguridad del pueblo, el Fiscal lo sorprende en la jugada y lo aísla y prende fuego a las instalaciones y en donde queda atrapado y muere.
Desde luego, la justicia norteamericana sale ganando.
Pero al mismo tiempo, exhibida por el padre justiciero cuando la autoridad se hizo omisa y occisa para aplicar la ley.