ROMPEOLAS: Veracruz, entonces, huele a sangre… Y a sangre femenina y masculina… De niños, adolescentes, jóvenes, gente madura y senil… Un Veracruz ensangrentado con la misma intensidad con que el góber baila salsa y se toma videos y los hace trepar a las redes sociales para que la mitad de los habitantes del Estado jarocho y a otra mitad estén enterados y festinen… Es más, con tanta sangre humana escurriendo en el palenque público ningún pecado mortal ni venial se cometería pensando, sintiendo, creyendo, que las tribus políticas de la llamada Cuarta Transformación tienen como dios y héroe a Vlad, el famoso vampiro de la leyenda negra…

ARRECIFES: Mejor dicho: casi casi el Huitzilopochtli del siglo XXI… El dios de piedra sediento de sangre femenina… Y sangre femenina de doncellas, todas vírgenes… Veracruz en llamaradas… Chorreando sangre por los cuatro puntos cardinales… De norte a sur y de este a oeste… “La noche tibia y callada” que tanto animó y reanimó a Agustín Lara convertida en un lodazal de sangre… Las canciones folklóricas de Pepe Guízar a Veracruz compuestas en su casita en Boca del Río, en el estercolero sangriento…

ESCOLLERAS: Tanta sangre chorreando en Veracruz que si un periódico impreso es sacudido escurre sangre… Y si se le vuelve a escurrir caen huesos… Y si se zangolotea, entonces, caen cadáveres… Unos, en cachitos y destazados… Otros, como en los ríos y lagunas, flotando aguas abajo… Incluso, caray, sangre inocente… Por ejemplo, de niños y adolescentes… Ancianos… Mujeres y hasta madres e hijas… Millón de veces preferible dejar de leer la página policiaca de los medios pues con tantos crímenes y cadáveres arrojados en la vía pública y en barrancas y fosas clandestinas bien puede sufrirse un fulminante paro cardiaco…

PLAZOLETA: En los últimos cinco años con ocho meses, lo único que ha crecido en el territorio jarocho es el tsunami de sangre… Y quizá, sin duda, en su mayor parte, sangre femenina… Veracruz, el santuario de los feminicidios… El peor entre los peores legados de Cuitláhuac García al Veracruz que ha desgobernado… Únicamente empeñado y obsesionado con quedar bien con el jefe político de MORENA, AMLO, el presidente de “la república (ajajá) amorosa y humanística”… Es, ha sido, será, el testimonio de su paso por la silla embrujada del palacio y que, como se sabe, embrujada porque enloquece y hace levitar a quienes la ocupan…

PALMERAS: De acuerdo con el relato bíblico, el camino al Gólgota estuvo sembrado de espinas, cardos y abrojos… Peor, el Gólgota con la crucifixión… El camino a Veracruz está plagado de cadáveres… De mujeres y hombres… Pero más de mujeres… Y mujeres feminizadas con todos los agravantes de la ley, saña, barbarie, alevosía, ventaja y premeditación… Y de postre, Su Graciosa Majestad, “la flor más bella del ejido”, la Señora Impunidad… Y aun cuando por ahí, de vez en vez un feminicida es sentenciado a 50, 60, 70 años de cárcel son gaviotas solitarias que rara, extraordinaria ocasión, anuncian la primavera de la procuración de justicia…