Joder el erario
**Atrás vienen jodiendo
**Retrato en el país
EMBARCADERO: La vida laboral en la administración pública es efímera... Por lo general, siempre, salvo cuando, por ejemplo, una persona logra plaza burocrática como secretaria... Pero si se trata de las elites políticas ascendiendo al poder, apenas, apenitas de seis a cuatro años... Y si son familiares, compadritos, amigos, vecinos y conocidos a quienes se les concesionó por ahí un carguito, una obra pública por Dedazo, el visto bueno una empresa fantasma, entonces, la vida se reduce
Luis Velázquez
al periodo constitucional… En política, unas tribus llegan, ejercer el poder con plenitud y se van…
ROMPEOLAS: Por eso mismo, y entre otras cositas y hechos, México encumbrado en el primer lugar mundial de corrupción política… Los ejes rectores se concentran en par de frases memorables, citables y bíblicas… Una, “meter la mano al cajón”… Y dos, “ordeñar la vaca”… Fueron acuñados en el tiempo priista… Y ahora, con la 4T, otra frasecita… “Si te cachan, la echas la culpa y te callas”… Además, la nueva práctica de que los subalternos arañen el presupuesto y para beneficio mayoritario de otros, los jefes… Incluso, los hijos de los jefes…
ARRECIFES: Y en el caso de los empleados de confianza, la historia también se limita a un viaje sexenal… Y/o de cuatro años en el caso de las presidencias municipales… Y/o de tres, en el Poder Legislativo y en donde “cantan bien las rancheras”… Es decir, y desde la llegada de Hernán Cortés al país y con cada cacique indígena regional enviándole veinte doncellas, todas vírgenes, para el consumo sexual y burritos cargados con oro, la corrupción “en la plenitud del pinche poder” como dijera el clásico erudito…
ESCOLLERAS: Se han dado casos donde los empleados de confianza, por ejemplo, repiten de sexenio en sexenio… Igual, igualito, con los jefes políticos… Por ejemplo, la vida burocrática de ellos es, puede ser, del siguiente modo: regidores, síndicos, alcaldes, diputados locales, diputados federales, senadores, gobernadores, secretarios de Estado… En el siglo anterior le llamaron el Servicio Civil de Carrera para legitimar el ascenso en la carrera política… Y, claro, siempre “ordeñando la vaca”… Tiempo existió, por ejemplo, cuando además de la familia en cargos públicos, también las barbies en turno… Hacia el final de los tiempos, hasta puestos burocráticos para las amadas amantes… Hubo presidentes de la república que hasta de gobernadoras pusieron a sus barbies…
PLAZOLETA: Está claro: si un familiar, un amigo, un vecino, un conocido por ahí es político y llega a la cima significa tanto para los demás como sacarse el premio mayor de la Lotería Nacional.. Y/o del Melate… Y sin jugar… Tan es así que antes, mucho antes (se ignora si todavía), los políticos aseguraban que de pronto le pegaron al Premio Mayor… Y lo aseguraban para explicar y justificar la riqueza repentina… Es más, hasta poniendo a nombre de un familiar pobre y jodido la mansión recién adquirida…
PALMERAS: Por eso, la prisa desmedida y llena de ambición y codicia de los políticos cuando se encumbran en la parte más alta de la administración pública… Simplemente, joder el erario, primero, porque nada suele pasar, salvo excepciones de ajustes de cuentas y venganzas entre las tribus públicas… Segundo, porque “el de atrás también viene jodiendo”… Y tercero, porque “si no es ahora, nunca”… Nada raro ni extraño que los políticos estén en el sótano de la confianza ciudadana porque, además, se vuelven unos cínicos… Y los cínicos, ya se sabe, tampoco sirven para la vida pública…
Claro, “lo bailado (ni la riqueza) nadie se los quita” con todo y aquello de “devolver al pueblo lo robado”…