Veracruz, una calamidad
I (Recuento sexenal de la 4T jarocha)
De cara al sexto informe del góber salsero (lo suyo), Veracruz, una calamidad.
Uno:
Todos los días secuestros, desapariciones, extorsiones, crímenes, fosas clandestinas, cadáveres flotando en ríos y lagunas, cadáveres arrojados en la vía pública y cañaverales, e impunidad.
Luis Velázquez
Dos:
A cada rato, el coraje social y la indignación crónica de vecinos, víctimas, ONG y Colectivos, entre tantos otros.
Tres:
La policía compitiendo con los carteles en la feroz noche de Veracruz.
Por ejemplo:
Inadmisible olvidar el asesinato de dos hermanos en Totalco, Perote, (seis niños menores de nueve años, huérfanos, y dos viudas).
Inaceptable olvidar la feroz persecución policiaca de par de universitarios en Xalapa.
Intolerable, el secuestro y desaparición de una universitaria en Poza Rica… a quien un policía acosaba.
Cuatro:
Veracruz, zangoloteado en el desempleo, subempleo y salarios pichurrientos.
Peor todavía:
La secretaría de Seguridad Pública federal y el Seguro Social declarando a Veracruz como la única entidad federativa incapaz de recuperar los miles de empleos perdidos en el par de años del COVID.
Cinco:
Veracruz, en el primer lugar nacional de la migración a Estados Unidos.
Más de un millón de paisanos huyendo del territorio jarocho al país vecino cruzando los dedos para llegar sanos y salvos y encontrar un empleo digno, estable, seguro y pagado con justicia laboral.
Seis:
El peor estado de salud pública cuando desde “La mañanera” festinaron ene número de veces una calidad de salud tipo Dinamarca, la nación ideal en el mundo.
Caray, las madres de los niños con cáncer boteando en la calle para “una limosnita por el amor de Dios” con que comprar las medicinas tan caras.
Y de ñapa, el director de la Torre Pediátrica amenazando y reprimiendo a las madres que “porque lo exhibieron”.
Y la Secretaría de Salud y el góber permitiéndolo.
Siete:
La peor calidad educativa. 550 (quinientos cincuenta) mil personas de catorce años de edad… que no saben leer ni escribir.
Analfabetas, igual, igualito, digamos, por analogía y según el estándar oficial del millón de paisanos con la escuela primaria incompleta.
Y otro millón con la secundaria a medias.
Y 600 (seiscientos) mil con el Bachillerato inconcluso.
Y en contraparte, la dicha de la secretaría de Educación con su Orquesta de Salsa, herencia de Zenyazen Escobar (¡hosanna, hosanna!), y el primer lugar nacional en baile folklórico con “El tilingo lingo” y “La bamba”.
Ocho. Los campesinos, jodidos en el campo.
La secretaría de Desarrollo Agropecuario, apenas, apenitas, con la imaginación para tianguis de higos y mangos.
Nueve. “La cruda realidad”.
De los ocho millones de habitantes de Veracruz, seis millones en la miseria (el último nivel de la dignidad humana), la pobreza y la jodidez.
Un millón de indígenas.
Dos millones de campesinos.
Tres millones de obreros.
Diez:
Insólitos los primeros lugares nacionales en que Veracruz ha sido encumbrado en el sexenio guinda y marrón:
A: Veracruz, en feminicidios.
B: Veracruz, en secuestros.
C: Veracruz, en extorsiones.
D: Veracruz, en fosas clandestinas.
E: Veracruz, en migración a Estados Unidos.
F: Veracruz, en el subejercicio fiscal regresando recursos federales a Palacio Nacional que por incapacidad para aplicarlo en obra pública, por ejemplo.
G: Veracruz, campeón nacional en embarazos infantiles.
H: Veracruz, campeón nacional en legrados.
I: Veracruz, campeón nacional en salsa, huapango, danzón, boliche, camarones enchipotlados y jaranero… como el ejercicio del poder.
Y por añadidura, Veracruz campeón nacional en la frivolidad política.
Veracruz, pues, una calamidad.
Un desastre social.
Un terrible y espantoso desencanto con el peor gobernador de la historia.
Setenta y ocho en total.
Hipótesis:
AMLO, el presidente, quiso vengarse de Veracruz por alguna razón desconocida.
Y/o en todo caso, nunca conoció la identidad de Cuitláhuac García.
Y/o en todo caso, lo impuso exprofeso.
Posdatita:
Lectores de Veracruz, “podéis ir en paz. La misa ha terminado”.