ROMPEOLAS: El dicho popular se asiste de mucha, muchísima razón… “Cada cabeza es un mundo”… Además, el otro proverbio, “nadie escarmienta en cabeza propia”… Además, la sentencia bíblica del poeta Amado Nervo: “Vida, nada te debo… Vida, estamos en paz”… Las diferencias suelen advertirse cuando una persona está “en la plenitud del pinche poder”… Y cada mañana se levanta con el deseo (y la esperanza) de que los demás le tiren incienso a su paso… Y lo beatifiquen… Y como a Calígula, lo entronicen como un dios… El dios terrenal porque el celestial está mucho más arriba… Inalcanzable…

ARRECIFES: La vida es así y siempre ha sido tal cual… Jesucristo, por ejemplo, crucificado en el Gólgota por los jefes fariseos… Judas, uno de los doce apóstoles, traicionando a Jesús por treinta monedas… El coronel Jesús Guajardo engatusando a Emiliano Zapata para luego emboscarlo y asesinarlo en la hacienda de Chinameca por órdenes superiores… Pancho Villa, emboscado y ejecutado en Durango por órdenes de Álvaro Obregón… Por eso, entre otros hechos, la famosa leyenda en el movimiento estudiantil del 68 en París en las paredes de la universidad de Nanterre… “Prohibido prohibir”…

ESCOLLERAS: “Prohibido… prohibir”, claro, pero una voz solitaria, un clamor popular, un deseo legítimo y sin la mayor trascendencia social… Antes y ahora está prohibido pensar distinto… Y como asegura el proverbio tan conocido, “el que se lleva… se aguanta”… Y si una persona contraría a un amigo, un profesor, un jefe, el patrón, entonces, en la disidencia está el pecado… Mejor dicho, el riesgo… Nadie, absolutamente nadie, por ejemplo, está de acuerdo con que otros (más, si son subalternos) le lleven, digamos, la contra… Con todo y el legítimo derecho a pensar de otro modo pues la experiencia, las vivencias, la formación humana y profesional sirve para crear y recrear conciencia social…

PLAZOLETA: Además del derecho a pensar de otra manera a los amigos y jefes está el otro derecho humano… El respeto, el profundo respeto a los demás… Incluso, tratándose de la familia, la pareja, los hijos, los hermanos, los tíos, los primos, los abuelos… Nunca, por demás está teclearse, la uniformidad en la concepción de la vida, de ser, estar y trascender se ha dado… Es más, hay parejas amorosas que así iniciaron… Pero el camino, tan sembrado de espinas, cardos y abrojos y camino al Gólgota, exhibe las diferencias en el palenque… Entonces, solo resta la tolerancia para aceptar a los otros… La otredad, decía Octavio Paz Lozano, Nobel de Literatura… Una persona es y puede realizarse gracias a los otros…

PALMERAS: Por eso, la vida es tan dura y ruda de sobrellevarse… Amigos extraordinarios quedados en el camino porque luego de mil favores que unos a otros se hicieron, el favor mil uno fue incumplido… Y la relación cariñosa y afectiva descarriló la buena vecindad… Es decir, la tolerancia… Aceptar al otro como es… Más si se considera que el trabajo puede enriquecerse con la suma de las razones diferentes…