Coatzacoalcos, Ver.- Una vez más, las hijas de Gregorio Jiménez de la Cruz, el reportero secuestrado, mutilado de la lengua, asesinado, decapitado y sepultado en una fosa clandestina en Las Choapas, han sido contundentes: Teresa Sánchez Cruz, la dueña del bar ''El palmar'', amenazó de muerte a su padre ''por una nota que publicaste.

Y por tanto, y más allá de lo que ha venido declarando la procuradurí­a de Justicia de que el móvil del crimen fue una venganza cada vez aflora razones de peso para perfilar que el homicidio se debió a razones periodí­sticas.

Y más, porque la dueña del antro, llamada ''Mamá Teresa'', prestaba el servicio en la cantina con meseras, muchas de ellas migrantes de América Central, procedentes de Guatemala, Honduras, Salvador y Nicaragua.

Pero además, la fama pública consigna que mamá Teresa tení­a una casa de seguridad donde escondí­an a los migrantes, al parecer, secuestrados.

Así­ y ante el Juzgado Tercero de Primera Instancia de Coatzacoalcos, Sindy Jiménez Sánhez y Flor de Alelí­ Jiménez Hernández, ambas testigos el dí­a que su padre fue amenazado por la dueña del bar el Palmar, coincidieron en que la señora cargaba con una molestia por el trabajo de Gregorio Jiménez de la Cruz, y que el pleito por asuntos personales con una de ellas fue el detonante.

El dí­a de la pelea, recuerda, “mi papá le dijo vecina ”˜cálmese, aquí­ no quiero escándalos”™; entonces nosotros seguimos forcejeando. Entonces Deysi, la hija de Teresa entró al terreno en donde estábamos la señora Teresa y yo, por la espalda me pegó con una maceta que mi papá tení­a.

“Mi papá le dijo a Teresa: ”˜vecina váyase por favor”™. La señora Teresa le gritó: ”˜tú cállate porque tú te vas a morir, te voy a mandar a matar. No sabes ni con quien te metiste. ¿Te acuerdas de la nota que sacaste?; esa te la tengo reservada; conozco los zetas y te voy a mandar a matar”™”, dijo Syndi Jiménez en su declaración.

A cada una de las lecturas, las dos mujeres aceptaron y ratificaron los dichos. Todo momento fueron acompañadas por la comisionada para la Defensa de los Peridistas, Namiko Matzumoto.

También coincidieron también al señalar que entre el momento que llegaron los secuestradores al domicilio y cuando se llevaron a Gregorio, no pasaron más de cuatro minutos, que uno de ellos le apuntó con un arma corta, y otro, con un cuchillo como el de Rambo.

Cabe mencionar, como parte de las investigaciones, se acordó mandar a llamar a la otra testigo de la agresión, Carmela Hernández Osorio, viuda de Jiménez de la Cruz, quien se espera acuda en un plazo menor a 24 horas a sustentar sus dichos.