La vida se pasa de tueste
**10 mil enfermedades vigentes
**Un botiquín de mano
EMBARCADERO: El doctor Jorge Nicolás Chantiri Pérez (Q.E.P.D.), maestro y director de la Facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana, subsecretario de Salud con su amigo Mauro Loyo Varela (Q.E.P.D.), aseguraba que en la vida una persona corre el riesgo de contraer tres mil enfermedades identificadas por la ciencia médica... Además, y lo peor, siete mil enfermedades, digamos, desconocidas... Un misterio todavía
Luis Velázquez
En total, diez mil enfermedades a las que un ser humano está expuesto a partir del momento cuando nace…
ROMPEOLAS: Desde luego, y como sostiene el dicho ranchero, “no hay enfermedad que dure cien años ni enfermo que los aguante”… Inverosímil, insólito, con todo, que una persona pueda contraer, por ejemplo, más de cien, cincuenta incluso, enfermedades… Con unas cuantas bastan para sobrellevar los días y las noches tirado en la recámara… Pero el dato sirve para documentar la fragilidad de la vida por todos conocida… En la vejez, con el Alzheimer, el Parkinson, el cáncer en la próstata, los dolores musculares, los divertículos y la presión arterial baja o alta, son suficientes para cargar la cruz a cuestas y camino al Gólgota…
ARRECIFES: De las tres mil enfermedades una parte considerable son hereditarias… Simplemente, se traen en los genes… “Es de familia” suelen decir los parientes… Una enfermedad dura y ruda y canija y terrible y volcánica es la tendencia depresiva… Y por lo mismo, inevitable en algunos miembros de la familia, pues, y por fortuna, no en todos suele darse en terreno fértil… Y la depre, ya se sabe, “es un viaje a la oscuridad”… De hecho y derecho, “una muerte en vida”… Una vida vegetativa hasta que llega el final de los días… Y con frecuencia, se fallece por otra enfermedad… Rara vez por la depre… A menos, claro, que el suicidio se atraviese como a Ernest Hemingway…
ESCOLLERAS: Cosas y hechos duros y rudos de la vida… Por ejemplo, los niños con cáncer… Caray, antes, mucho antes, siempre se creía y miraba normal que en la vejez, una persona padeciera cáncer… Luego, incluso, de haber vivido quizá hasta con el acelerador metido hasta el fondo… Pero inaudito, vaya imperdonable, que un niño, un menor de edad, quien apenas, apenitas, está en el capullo y esté aprendiendo a vivir, padezca cáncer… Si Dios existe, “a todas luces” se trata de un gigantesco error en la creación humana…
PLAZOLETA: Ni hablar, las enfermedades son parte de la vida… Un profe jubilado de la Universidad Veracruzana, facultad de Veterinaria, lo expresa del siguiente modo… “Antes, la vida giraba alrededor del antro, la cantina y el motel… Ahora, la vida se va en la consulta médica, la farmacia, el hospital y la iglesia para pedir perdón de tantos pecados cometidos”… Y como escribiera Carlos Fuentes Macías, “la vida es así y qué le vamos a hacer”… Por lo general, en la infancia, la adolescencia y parte de la juventud la salud humana es generosa… Pero de pronto empieza “el infierno tan temido”…
PALMERAS: En el pueblo, un hombre padecía tantas enfermedades que, primero, siempre cargaba un botiquín portátil con las medicinas… Y segundo, la vida lo había convertido en un médico especializado en varios males… Y hasta con doctorado… Y, claro, solía dar consultas y era acertado… Y generoso, porque ningún quinto cobraba… En fin, como solía decir el muralista David Alfaro Siqueiros, “la vida sin problemas sería insípida”… Pero, bueno, en ocasiones la vida “se pasa de tueste” con tantas enfermedades en una sola persona… Una señora senil dijo al marido: “Desde que te conozco estás enfermo”…